Dos años de trabajo, de perderse entre documentos. Dos años de entusiasta esfuerzo han hecho posible que La Getaria de Elcano haya visto la luz. Su autor, Daniel Zulaika, lo deja claro: "Hablamos de una investigación histórica, no de una novela", una investigación que permite conocer la Getaria de entre 1487 y 1526. En definitiva, propone una mirada "del mar a la tierra".

Estructurado en cuatro capítulos, el trabajo de Zulaika, según "amenazó" el propio autor, podría no ser el último, ya que el próximo otoño podría ver la luz un tercer volumen. "Hay suficiente material para escribirlo y la temática es evidente: la vuelta de al mundo de Elkano, que empieza cuando muere Magallanes".

La Getaria de Elcano es el segundo trabajo que Zulaika dedica al navegante de Getaria que fue presentado, como el primero, el el Museo Marítimo Vasco cuyo director, Xabier Alberdi, destacó el estrecho vínculo de Zulaika con el museo y el esfuerzo llevado a cabo por el autor, médico de profesión que decidió cursar los estudios de Historia, su pasión; por profundizar en la figura de Juan Sebastian Elkano. Este incansable esfuerzo y sus resultados fue también puesto en valor por Carlos Olaetxea, jefe de servicio de Gordailua y Museos de la Diputación Foral de Gipuzkoa, y Ion Irurzun, director de Elkano 500 Fundazioa.

En cuatro partes

El trabajo se divide en cuatro capítulos. El primero, Getaria, una villa sobre el Cantábricopropone una visita a la Getaria de 1500, su estructura, las casas en las que vivían sus moradores etc.

En Un mundo de maestres, marinos y comerciantes, Zulaika se sumerge en el funcionamiento de una villa que mirando siempre al mar también tiene que enviar emisarios a la compra de las materias que necesita y a la venta de las que produce. Entre aquellos comerciantes y hombres del mar se halla Domingo Sebastián Elkano, el padre de Juan Sebastián, "decimotercer vecino que más impuestos pagaba y el tercer capitán de barco con cargas fiscales más elevadas".

En el tercer capítulo, Una sociedad de en transformación, la educación es uno de los ejes de la investigación en un momento en el que "los ricos no aprendían porque no les interesaba y los pobres porque no podían". En ese marco, además de los hombres de leyes y de iglesia, también los maestres de los barcos tenían "conocimientos" de contabilidad y manejo de documentos. Es este el apartado en el que se muestra también la profunda religiosidad de quienes en el mar "se encomiendan" a Dios y a los santos para salvarse de los envites de la mar, Zulaika presenta la carta de alimentos de la época, incluidos los llegados de América, como la patata, "que salvó muchas vidas".

Como colofón del exhaustivo trabajo de investigación, en el cuarto capítulo Zulaika presenta a las Cinco mujeres en la vida de Elcano, desde su madre Catalina del Puerto, una mujer fuerte que tras fallecer sus hijos en la mar "pleitea" para que la corte le de el dinero prometido al navegante, a las madres de sus dos hijos, Mari Hernández de Hernialde y María de Vidaurreta, pasando por una prima, Isabel del Puerto. En este capítulo Zulaika, además, hace referencia al legado que a estas mujeres y a sus descendientes dejó Elkano en su herencia aunque, recuerda el autor, estas voluntades en nada quedaron "porque Elkano y sus hermanos murieron, su hijo e hija también y el dinero no llegaba".

Es este, resume Zulaika, el retrato de "un mundo diferente, en el que mar arrebataba a los hombres y dejaba a sus familias en la miseria".

El acceso al libro es libre y gratuito en la web del Museo Naval-Itsas Museoa y en la Fundación Elkano 500, puede consultarse en distintas bibliotecas públicas de Euskal Herria y adquirirse en distintas librerías de Donostia y Bilbao, destinándose los beneficios a la ONG Zaporeak.