ejor un pueblo lleno de fantasmas, que una casa encantada. En el mismo sentido, es mejor que una película tenga más luces que sombras. Ese es el principal problema de la húngara Post Mortem, y a la vez, su mayor virtud, dado que si algo destaca en esta película es su iluminación. Bergendy, con Piros Zánkay y Gábor Hellebrandt al guion, presentan la clásica narrativa de terror en un perdido pueblo rural tras una contienda bélica; todo ello como alegoría de las consecuencias sociales y del sin sentido de la guerra. Situada en un momento que interpela a la actualidad, con la Gripe Española asolando Hungría tras la Primera Guerra Mundial -un suceso que tras 1917 (2019), de Sam Mendes, ha vuelto a generar interés-, Bergendy habla de aquellos que se quedan en esta orilla, sin ir hacia la luz, que dirían en Poltergeist (1982). Sin llegar a las almas vengativas de las trincheras de Deathwatch (2002), en Post Mortem se utiliza a una inquietante figura histórica, la del retratista de muertos que conformaba escenas con los difuntos a petición de los vivos que buscan algo que perdure. Victor Kleim interpreta a Tomás, un soldado que tras tener una experiencia cercana a la muerte se gana la vida tomando este tipo de fotografías. Es entonces cuando Anna, una niña interpretada por Fruzsina Hais, lo invita a su pueblo para que fotografíe a una ingente cantidad de cadáveres. Es entonces cuando las sombras fantasmagóricas que Tomás capta con su cámara desatan el terror en un pueblo increíblemente limpio e higienista; demasiado, para una película ambientada en 1918. Un buen trabajo de iluminación choca con unos efectos especiales chuscos, un montaje confuso, una mejorable fotografía, un maquillaje y peluquería más acorde con el presente -Klein parece sacado de un anuncio de champú- y una deficiente dirección de actores. Lo peor de todo: la relación entre ambos protagonistas, que actúan como detectives cazando a los fantasmas. No en vano, Bergendy parece sugerir una especie de relación sentimental entre ambos, muy turbia si tenemos en cuenta que él es un adulto y ella apenas una adolescente. Lo dicho, demasiadas sombras.

'Post Mortem'

Director: Péter Bergendy. Guion: Péter Bergendy, Gábor Hellebrandt y Piros Zánkay. País: Hungría. Duración: 115 minutos. Intérpretes: Viktor Klem, Fruzsina Hais, Schell Judit, Andrea Ladányi y Zsolt Anger.