en la reunión fundacional de Jakitea Elkartea tuve el placer y el honor de participar junto a otros pesos pesados de la prensa gastronómica como Josema Azpeitia, Peio García Amiano y Edorta Agirre. En esos inicios ya nos pronunciamos sobre esta asociación, Ja (ki) tea (saber comer) en múltiples ocasiones señalando, por ejemplo, que nacía “con la intención de recuperar e impulsar -de forma dinámica y nada apolillada o retrograda- los valores de nuestra culinaria popular más arraigada, evitando de forma práctica que se diluya, desaparezca o se desdibuje”. Peligro existe.

Un objetivo ambicioso, desde la fraternidad (competitiva y colaborativa) que a lo largo de esta década está cumpliendo con creces. Y que, salvando las distancias, hemos querido comparar con muchos de los buenos principios del trascendental movimiento de la Nueva Cocina Vasca, ya que precisamente en esta, “el primero de sus puntos básicos fue el de recuperar platos antiguos que se estaban perdiendo o adocenando, tales como el marmitako, la zurrukutuna o la intxaursalsa. Complementado con otro de sus mandamientos más nítidos: conservar lo esencial de la culinaria autóctona, realzar los sabores auténticos y trabajar en las cosas bien hechas”. O sea, parte del mismo ideario que la actual Jakitea.

Este nuevo año, del que ya hemos quemado el primer cartucho, va a ser muy importante para Jakitea. Y, además, Xabier Zabaleta y sus animosos seguidores no van a pasarlo de brazos cruzados, ni muchísimo menos. Para empezar, paradójicamente, Jakitea está recibiendo una serie de reconocimientos y premios totalmente inesperados, con lo que está quedando claro que la trayectoria de una década trabajando de manera seria, desinteresada, con un altruismo admirable y además comprometido, empieza a tener sus frutos.

MAHASTI JAUN El mes de enero, sin ir más lejos, empezó con la presencia de Jakitea en la fiesta del txotx que cada año se celebra en Astigarraga para dar inicio a la temporada de la sidra. De hecho, este fue el primer año en el que Jakitea estuvo presente de manera oficial en esta celebración, de la mano de su presidente, Xabier Zabaleta, de Aratz Erretegia. Y justo un día después, el 17 de enero, día de San Antón (besugos a montón), se celebró en Getaria la fiesta del txakoli, fiesta en la que Jakitea adquirió un protagonismo absoluto, ya que Zabaleta fue nombrado Mahasti Jaun, la máxima distinción que se otorga cada año a una persona o colectivo que se ha destacado por la defensa del vino costero guipuzcoano.

Xabier Zabaleta y Juanma Garmendia, del asador Kattalin, que le acompañó en el escenario, tuvieron, de hecho, protagonismo absoluto en la gran fiesta del txakoli. Tras la intervención de los responsables de la D.O. y diferentes representantes institucionales, se procedió a proyectar un vistoso vídeo sobre la labor realizada por la asociación Jakitea a lo largo de sus diez años de existencia, y acto seguido fue entregado el galardón Mahasti-Jaun a los miembros de Jakitea, que lo recogieron de la mano del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el presidente de la Denominación de Origen Getariako Txakolina, Emilio Ostolaza. La intervención de los dantzaris, los bertsos de Andoni Egaña y Sebastián Lizaso, la degustación del primer txakoli y la subida al escenario de los responsables de todas las bodegas productoras completaron un acto sencillo pero cargado de simbolismo y emotividad. La jornada concluyó con una magnífica comida junto a los responsables de la D.O. en, nada más y nada menos, que en uno de los templos gastronómicos de la localidad: el asador Elkano.

ARGUIÑANO Y en enero también tuvo lugar la visita a las instalaciones de K5, la bodega de txakoli de Karlos Arguiñano, por parte de diferentes miembros de la asociación guipuzcoana. No fueron pocos los miembros de Jakitea presentes en la visita a la bodega. Así, en K5 se dieron cita, además de Zabaleta, otros cocineros y cocineras donostiarras como Javier Penas e Izaskun Gurrutxaga del Bera-Bera (Palacio de Aiete), Txema Martin del Mesón Martín; Álvaro Manso y Vera María Cruz, ahora en Pasaleku de Amara; y Elena Navarri, del Kostalde de Gros. De Hernani acudió Aritz Ansola del Sansonategi; de Irun Félix Manso y Sonia García Olazabal del Félix Manso Ibarla; y a última hora se incorporó Xabier Martínez del Martínez de Ordizia. También estuvieron presentes el confitero Rafa Gorrotxategi, quien dio a probar un enorme rosco de reyes a los asistentes; Mikel Aizpuru, de Jakitea Elkartea; Nagore Rodríguez, encargada de redes sociales del Aratz; Josema Azpeitia y Ritxar Tolosa, de Ondojan.com; y Juan Cintero y Óscar Cintero, de Representaciones Alai, empresa que, de la mano del Grupo La Navarra, se encarga de la distribución a nivel mundial del txakoli K5.

La enóloga donostiarra Andrea Vargas dirigió la visita mostrando a los asistentes la zona del viñedo y pasando a continuación al interior, donde visitaron las zonas de recepción de uva, vinificación y embotellado. También estuvo presente Amaia Arguiñano, hija del propietario de la bodega, y el propio Karlos Arguiñano se incorporó a la visita hacia la mitad de la misma haciendo gala, como es habitual en él, de su espontaneidad y su sentido del humor.

Y este mes de febrero, Jakitea ha sido además elegida por la Cofradía de la Morcilla de Beasain para ser homenajeada en su gran día, que tuvo lugar el día 5. De nuevo Garmendia y Zabaleta fueron agasajados, premiados y alabados por la labor que Jakitea realiza en defensa de nuestros productos locales más apreciados como este insigne embutido, tan nuestro.

Sin duda ha sido un trepidante comienzo de 2019 para esta asociación y sus colaboradores, preludio de un año que va a resultar clave en el asentamiento y la proyección de esta asociación movida tan solo por la generosidad y el amor por las más arraigadas tradiciones culinarias de nuestro entorno. Zorionak Jakitea!