Chumy Chúmez fue uno de los humoristas gráficos más relevantes del pasado siglo, un donostiarra que 15 años después de su muerte aún no había recibido el homenaje de su ciudad natal. Una exposición que se inauguró ayer en la casa de cultura de Okendo llega para cubrir “este injustificable olvido”.

La afirmación es de la historiadora del arte Montserrat Fornells, comisaria de una muestra que se podrá visitar hasta el 5 de mayo y que recoge 122 viñetas originales que José María González Castrillo (1927-2003) publicó como Chumy Chúmez en revistas y en la prensa, además de algunos óleos y acuarelas suyos, y retratos de él realizados por amigos como el pintor Rafael Ruiz Balerdi.

Los dibujos han sido recopilados entre propietarios particulares y la mayoría son de 1974 en adelante, aunque todos mantienen su vigencia. “Podrían ser publicados hoy mismo”, destacó Fornells.

El dibujante viajó a Madrid a los 20 años para trabajar en La Codorniz y colaboró con periódicos como El Sol o Diario 16, entre otros.

En 1972 fundó el semanario Hermano lobo, para el que contó con algunos de los mejores humoristas gráficos, amigos como Summers, Perich, Forges, Gila, Tip y Coll y El Roto, que entonces firmaba como Ops.

Dos ejemplares de esta revista y otro de La Codorniz se exponen también en Okendo, donde asimismo puede verse un vídeo del programa de TVE Humoristas gráficos y dibujantes de historietas dedicado al autor.

El panel central de la sala lo ocupan tres cuadros al óleo, de sus hermanas y su madre, y paisajes en guache y acuarela, así como los retratos que pintaron del humorista Ruiz Balerdi y Francisco Moreno Galván, y sendas fotografías de Alberto Schommer y Ouka Leele.

Sus viñetas cuelgan de los muros agrupadas por temáticas: política, vascos, ecología, sociedad y, cómo no, muerte, muy presente en la trayectoria de este humorista “hipocondríaco absoluto”.

La violencia machista también preocupó a Chumy Chúmez, lo atestiguan muchos de sus dibujos, al igual que el terrorismo de ETA. “Su compleja personalidad y su extraordinaria agudeza mental, capaz de combinar el humor y el horror en sus espléndidas viñetas firmadas con el inconfundible sol en negro, hacen de su obra un caleidoscopio de las inquietudes, contradicciones, filias y fobias del ser humano”, subrayó Fornells. - Efe