Madrid- A Luis Alberto de Cuenca se le ha hecho “realidad un sueño”, o más bien dos, el de ver cómo su poemas se convierten en viñetas y el de ver cómo él mismo se convierte en un personaje de cómic gracias al trabajo de la ilustradora Laura Pérez Vernetti en el poemario gráfico Viñetas de plata. En 2011 De Cuenca creó en el cuento Héroes de papel al personaje de Luis, un niño con unos súper poderes que le permitían “vivir en las viñetas”. Y esto mismo es lo que le ha pasado al Luis real, a ese “aficionadísimo” del noveno arte que ha visto “colmadas todas sus expectativas” en esta obra publicada por Reino de Cordelia: conjugar poesía y cómic.

“De repente me he convertido en personaje de tebeo, lo cual riza el rizo hasta límites insospechados de placer y diversión por mi parte. Ese niño grande que soy yo ha conseguido trasladarse a esas dos dimensiones en las que el personaje de mi cuento vivía tan ricamente”, enfatiza el autor ex aequo de esta obra en la que Pérez Vernetti ha seleccionado “libremente” los poemas. Así, Viñetas de plata comienza con Isabel, unos versos publicados en 1985 en el poemario La caja de plata (nombre de donde nace el título de este libro) en los que De Cuenca (Madrid, 1950) cuenta la historia real de una novia suya que se suicidó en los años 80 a causa de las drogas. A Isabel le siguen otros como Paseo vespertino u Homo Homini Lupus, dos de los favoritos del autor, quien considera que están muy bien adaptados.

Y esa libertad de la que gozó la dibujante fue también la que le llevó a convertir al poeta en protagonista del libro, haciendo que se transforme en un personaje más de los muchos que pueblan estas viñetas. “Ha sido muy discreta porque en poemas más comprometidos, más complejos, ahí no me dibuja a mí. Solo me dibuja en los que realmente el poeta está por encima del tema, donde está contándolo, narrándolo. También lo agradezco porque algunos están un poco subidos de tono, y yo soy muy discretito”, relata.

Con esta obra estamos ante el nacimiento de un género que podríamos llamar “poemario gráfico”: “Es cierto que es algo nuevo que en Francia ya se había hecho con poetas como Verlain o Baudelaire, pero en España no había tenido un desarrollo, pero lo va a tener con esta inyección que supone Viñetas de plata”. Pero, como también reconoce, para llevar un poema al cómic este tiene que tener una narrativa adaptable: “Es muy importante que los poemas tengan que ver con el medio al que se trasladan. Los míos eran ya pequeños cómics antes de ser dibujados por Laura, eran como videoclips. Mi estética es muy plástica, no es difícil y, como comenta Laura mi poesía es fácilmente adaptable al mundo del cómic”. Eso sí, no se ve dibujando sus propios poemas y eso que, como confiesa, alguna vez se ha “atrevido con resultados espantosos”. “Soy totalmente abnegado para el dibujo”, reconoce este gran aficionado a la historieta.