La novela de Gustave Flaubert Madame Bovary ha sido llevada a la gran pantalla en numerosas ocasiones. En 1932, Albert Ray dirigió y produjo la adaptación Unholy Love, y desde entonces ha habido grandes cineastas que se han sentido atraídos por la historia, tales como Jean Renoir, Vincente Minelli o Claude Chabrol. Sin ir más lejos, recientemente se estrenó en nuestro país la cinta francesa de inspiración bovariana Primavera en Normandía, dirigida por Anne Fontaine y protagonizada por Gemma Arterton y Fabrice Lucchini.

Pero, ¿qué tiene esta novela escrita en el siglo XIX que la hace tan especial? Madame Bovary se publicó por entregas en La Revue de París, desde el 1 de octubre de 1856 hasta el 15 de diciembre del mismo año; y, en forma de libro, en 1857.

La novela narra la historia de Emma Rovault, una joven que ha leído infinidad de novelas románticas desde temprana edad, lo que la ha convertido en una mujer tremendamente enamoradiza y soñadora. Su gran anhelo es conocer al amor de su vida y contraer un matrimonio que colme sus deseos.

En ese momento efervescente de su vida, la joven conoce a Charles Bovary, un doctor que ejerce en una pequeña ciudad donde nada ocurre como Emma había imaginado. A pesar de sus esfuerzos por disfrutar de su anodina vida, Emma se da cuenta de que su presente dista mucho del matrimonio romántico y pasional con el que siempre soñó.

Charles es un buen hombre, pero no tiene nada en común con ella. Emma decide entonces dar rienda suelta a sus pasiones e inicia varias relaciones extraconyugales, que inicialmente parecen cumplir sus sueños, pero que van provocando en ella sentimientos de frustración y tristeza. Las sucesivas conquistas de la mujer no logran cubrir ese vacío existencial.

realismo e idealismo Además de ser una de las selecciones literarias por excelencia en el género del romanticismo tardío, Madame Bovary constituye uno de los puntos de referencia para el movimiento del realismo. No obstante, la historia también se halla unida a lo que se conoció como la novela alegórica, siendo una crítica a la sociedad burguesa del siglo XIX y al gobierno absolutista de Napoleón en Francia.

Gustave Flaubert dijo sobre su obra: “Todo el mundo cree que soy realista, pero me aburre. Es mi profundo odio al realismo lo que me empujó a escribir esta novela. Sin embargo, odio el falso idealismo que nos engaña a todos”. Y precisamente es esa tensión entre el realismo y el idealismo, entre la vulgaridad y la poesía, lo que impulsó a Sophie Barthes, directora y guionista francesa que creció en Estados Unidos, a trabajar en la adaptación de Madame Bovary, según ha señalado la propia directora.

Emma Bovary es y será siempre un enigma, un personaje intrigante y cautivador. Suave, delicada, tierna, generosa y obsesiva, también puede ser agresiva, rebelde, provocadora e implacable en la lucha por su independencia y por satisfacer sus deseos. Con sus defectos y debilidades, “Emma Bovary es una heroína moderna que se aferra a un ideal de vida inalcanzable y que prefiere la muerte al aburrimiento”, ha indicado Barhes, quien plantea a la audiencia un dilema moral: perdonar a Emma sus errores y caprichos o mostrarle compasión.

La actriz escogida para dar vida a la joven Bovary en esta adaptación de la novela ha sido la australiana Mia Wasikowska. Tras participar en su país en la serie All Saints (2004) y en el drama Suburban Mayhem (2006), Wasikowska debutó en 2008 en Estados Unidos con el personaje de Sophie, una adolescente atormentada y suicida de la serie En terapia, nominada a los Globos de Oro a la mejor serie dramática. Posteriormente, participó en Resistencia (2009) y ha sido protagonista en Alicia en el País de las Maravillas (2010), Jane Eyre (2011), Restless (2011) y Albert Nobbs (2011), entre otras interpretaciones.

Junto a Mia Wasikowska, completan el reparto Paul Giamatti (Entre copas, Cinderella Man), Ezra Miller (City Island, We need to talk about Kevin), Henry Lloyd-Hughes (Harry Potter y el cáliz de fuego, Anna Karenina) y Rhys Ifans, recordado como el simpático compañero de piso de Grant en Notting Hill.