BILBAO- El Teatro Campos Elíseos de Bilbao anunció ayer in extremis la suspensión del espectáculo Hay un Wismichu en mí, función que estaba prevista para esa misma tarde. Por su parte, Wismichu había convocado a sus seguidores enfrente de la suntuosa fachada de Jean Batiste Darroquy, a las 16.00 horas. Haciendo caso de la llamada, decenas de fans se agolparon en las puertas del Campos Elíseos para poder ver al famoso youtuber. Wismichu llegó con su equipo y se encerró en el Campos Elíseos con los responsables del espacio escénico durante dos horas y media. El artista había anunciado en Twitter que si no le dejaban actuar en el Campos, montaría una representación alternativa en un lugar privado. “A las cuatro os daremos la localización y horario exacto de dónde se hará el show”, escribió.

Wismichu dio a entender en su canal de Twitter que el Campos se vio forzado a retirar el espectáculo de su cartel presionado por las noticias vertidas en varios medios de comunicación durante los últimos días. “La presión y mentiras de los medios ha llevado al teatro de Bilbao a cancelar el show. Pero eso no quiere decir que no vaya a haber show”, manifestó el youtuber antes de aparecer en la capital vizcaina.

Tras la reunión con los responsables del espacio escénico, el artista y los miembros de su equipo salieron a saludar a sus seguidores (unos 200 jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y los 17 años) que se habían concentrado en los aledaños del edificio. Bajo un aguacero considerable, Wismichu atendió a sus fans con paciencia y se fotografió con ellos sin perder la sonrisa en ningún momento. “No va a hablar ahora sobre este tema ni va a mandar ningún comunicado a la prensa; lo que tenga que decir lo hará en su canal de Youtube”, aclaró a periódico un miembro de su equipo.

La polémica del show viene de lejos, pero esta semana se revivió cuando EH Bildu pidió al Ayuntamiento de Bilbao que actuara para “impedir” la celebración de la representación del youtuber, al entender que en ella “se hace apología de la pederastia y de la violencia”. En cambio, horas más tarde, la coalición reculaba y reconocía que se había precipitado al pedir la cancelación, aduciendo que “la gravedad de las acusaciones y la proximidad del acto nos llevaron a pedir con urgencia al equipo de gobierno la retirada” del espectáculo. Asimismo, la coalición abertzale advirtió de que “el mismo autor admite que en los comentarios de sus vídeos es machista, racista y xenófobo”.