barcelona - La música de nuestros días “tiene cosas interesantes” pero “no hay nada realmente nuevo”, según afirmaron ayer los dos miembros de Maniobras Orquestales en la Oscuridad (OMD), una banda que marcó el inicio del synthpop hace casi 40 años y que se ha codeado con las nuevas generaciones del festival catalán Primavera Sound.
Pioneros e influyentes, OMD siguen componiendo canciones y sacando discos a la venta, “buscando siempre algo diferente, algo interesante”, pero conscientes de que “todo está hecho” y solo queda “darle un toque individual o especial” a los géneros de siempre.
Himnos imperecederos como Enola Gay o Electricity se alternaron anoche con temas nuevos en el concierto gratuito que los de Liverpool ofrecieron en el Parc del Fòrum, en la jornada previa al inicio del festival, que abre oficialmente sus puertas hoy.
La lista de éxitos de OMD es larga y sus dos miembros fundadores tenían previsto repasarlos casi todos, porque en los festivales intentan “tocar lo que el público quiere” y les satisface “ver a la gente contenta, coreando las canciones y bailando”. De todas maneras, “cada país tiene sus hits” y, “curiosamente, España fue el único donde Genetic Engineering fue un éxito”, recordó Andy McCluskey, uno de los componentes de OMD junto a Paul Humphreys.
“Con las guitarras eléctricas en los años 50 nació el rock and roll y con los sintetizadores de los 70 nació la música electrónica, desde entonces no ha habido ningún invento que haya revolucionado la música”, aseguró Paul Humphreys. Este supuesto estancamiento no ha paralizado a los integrantes de OMD, que siguen componiendo porque tienen “muchas ideas” y les gusta “buscar cosas diferentes” sin alejarse del sonido que les identifica.
También disfrutan con los conciertos y siempre que vienen a España se asombran de “cómo la gente canta a voz en grito sus melodías, algo que no pasa en otros países y que demuestra que no hace falta saberse la letra para cantar ni saber inglés para comunicarse”. España es para ellos el país “donde todo el mundo canta” y Barcelona la ciudad donde hace 31 años ofrecieron su “concierto más multitudinario”, la verbena de Sant Joan de 1984 en la Avenida María Cristina ante 250.000 personas, según recordó Humphreys.
El valor de la música McCluskey, por su parte, dijo que es de una generación para la que el sonido “es muy importante” y le cuesta entender que hoy en día la gente escuche música en dispositivos móviles con tan poca calidad sonora. “La música no es percibida como un valor, se infravalora, si no las empresas tecnológicas no se atreverían a ofrecer ese sonido tan malo”, concluyó. - Efe