A partir del próximo año, escuchar canto gregoriano será casi imposible en Gipuzkoa, ya que Donosti Ereski, uno de los últimos coros gregorianos del territorio, dará “carpetazo” y dirá adiós a más de medio siglo de vida. “No hemos sabido dar con un relevo generacional y hay que saber decir hasta aquí”, indican desde la formación, que presentará este domingo en Altzo una renovada versión del Oficio de difuntos.

“Casi todos los miembros del coro tenemos una edad avanzada, por lo que, aunque alguno igual puede seguir cantando por su cuenta en iglesias, hemos decidido dar carpetazo al coro”, explica Juanjo Iturrioz sobre una grupo en el que la mayoría de sus integrantes supera los 80 años. “Tenemos a uno de 85, el director tiene 83, yo 75 y soy de los más jóvenes... Son edades complicadas y en casi todos los conciertos alguien no puede venir por temas de salud”, observa, apuntando que, como la mayor parte de los coros del territorio, no han sabido conectar con las nuevas generaciones. 

El canto gregoriano se asocia mucho a la Iglesia y seguramente eso ha hecho que los jóvenes no se acerquen a él. No hemos sabido cómo enlazar con ellos”, confiesa Iturrioz, al tiempo que recuerda que la música gregoriana, históricamente, también se ha utilizado para relajarse y descansar. “Antes, cuando éramos pequeños, se cantaba mucho en las iglesias, pero ahora ya casi ni se hace en ellas. Es una pena porque hay piezas que son preciosas”, comenta.

“Casi todos los miembros tenemos una edad avanzada, por lo que hemos decidido dar carpetazo”

Juanjo Iturrioz - Donosti Ereski

De este modo, la Schola Gregorianista Donosti Ereski, fundada en 1971, desaparecerá este año tras toda una vida dedicada a la preservación y a la promoción de una música que ha estado estrechamente vinculada a Euskadi. “Seguramente, nunca sabremos si la iglesia se basó en el cancionero popular o fue al revés, que el cancionero popular se nutrió de la iglesia”, indica, poniendo como ejemplo los pastorales de Aita Donostia que la formación rescató.

“Hemos hecho mucho trabajo de recuperación en Gipuzkoa”, señala Iturrioz, en referencia a los más de 7.000 cantorales que han digitalizado en este tiempo, o las diferentes partituras nuevas que han desarrollado y que han presentado fuera de Euskadi. “Estaba todo olvidado y perdido en el archivo del Seminario porque no se conocía, o en San Telmo hay varios libros de más de 30 kilos cada uno que son maravillosos”, asegura.

Últimos conciertos

Con la desaparición del coro Donosti Ereski, las posibilidades de escuchar canto gregoriano en directo en Gipuzkoa serán casi nulas, ya que la Capilla Gregorianista Easo apenas realiza actuaciones y, por ahora, está en duda qué pasará con la formación femenina de Donosti Ereski, aunque todo apunta a que también desaparecerá. 

“El canto gregoriano se asocia a la Iglesia y seguro que eso ha hecho que los jóvenes no se acerquen”

Juanjo Iturrioz - Donosti Ereski

Por ello, antes de su marcha, el coro masculino ofrecerá las que serán sus últimas actuaciones, la primera de ellas este mismo domingo en la Iglesia de San Salvador de Altzo, donde presentará una renovada versión del Oficio de difuntos, de 1502, que ha sido traducido por primera vez al euskera utilizando el trabajo realizado por Orixe, y que irá acompañada de una grabación.

Tras ello, la formación participará en julio en Urmuga y confía en despedirse entre septiembre y octubre con una actuación en Oñati y un par más en Donostia. “No queremos que se acabe todo así, de repente, y daremos esos últimos conciertos, pero tenemos claro que es el momento de marcharse”, aseguran.