Donostia - Cuando el rockero estadounidense Kurt Baker salía de gira, adoraba España “por la comida, los clubs de rock and roll, la gente y el modo en que brilla el sol”. Un día hizo las maletas y abandonó Portland, Maine, para instalarse en Madrid. “Me pareció el lugar perfecto porque tiene una cultura diferente y diversas oportunidades musicales. Ahora tengo un bonito piso, una gran novia y un perro loco. Probablemente me quede aquí para siempre”, responde en inglés intercalando alguna palabra en español, idioma que está intentando aprender.
Desde el pasado año, este obrero del power pop tiene un motivo extra para seguir empadronado en la capital del Estado. Es el letrista y cantante de Bullet Proof Lovers, quinteto completado por algunos primeros espadas de la escena punk-rockera donostiarra: Gonzalo Ibáñez (Nuevo Catecismo Católico), Juan Irazu (Discípulos de Dionisos), Luiyi Costa (Lolas Club) y Joseba Arza (Ladislao).
Gonzalo recuerda que su banda llevaba un tiempo parada aunque él había escrito algunos temas nuevos para emprender otro proyecto. Reclutó a los músicos y cuando aún no tenían vocalista, Kurt se ofreció a ser la voz. “A todos nos pareció genial. Es un gran cantante y compositor. Aunque es joven -28 años- tiene mucha experiencia y una forma de cantar muy reconocible. Todos somos fans de su música”, afirma Gonzalo. El resultado fue una gira de varios conciertos -en Donostia telonearon a los míticos New Christs- y un primer vinilo con siete temas grabados por Karlos Osinaga en Bonberenea de Tolosa.
Estilo e influencias “La idea era hacer rock duro pero melódico y con la urgencia del punk, algo en la onda de The Rich Kids”, dice Gonzalo en alusión a la banda británica que el bajista Glen Matlock formó a finales de los 70 tras salir de Sex Pistols. “Tenemos influencias pop pero en el fondo, y especialmente en los conciertos, somos una banda de rock and roll duro, mucho más crudo que cualquiera de mis otros proyectos”, añade el estadounidense, que hace algunos años lideró The Leftlovers y que hoy participa en varios proyectos entre los que destaca The Kurt Baker Band, su grupo americano.
En temas como It’ll Be Alright, She’s Gonna Leave o Never To Loud mandan las guitarras, los coros y las melodías urgentes que remiten a nombres como Dead Boys o Cheap Trick. “Una mezcla entre esos dos grupos sería una buena definición, sí. Y siempre se compara a Kurt con Elvis Costello, y está claro que algo hay, pero a mí un tema como Breaking Down me recuerda más a Herman Brood”, sostiene Gonzalo. La composición que cierra el disco, Master of My Destiny, es una versión de Shrapnel, una “banda menor” el punk neoyorquino y la escena del célebre club CBGB.
Ningún tema sobrepasa los cuatro minutos e incluso hay uno, Leave Me Alone, que dura un minuto y 38 segundos. “Nunca he querido ser los Grateful Dead. Además, las baladas pueden llegar a ser un poco aburridas. En Bullet Proof Lovers hacemos rock and roll enérgico, así que todo lo que necesitamos son dos o tres minutos por canción. Al final de nuestro disco, o de un concierto, querrás volver a por más: es la belleza de hacer las cosas de modo breve y simple. ¡Nunca suena rancio!”, sostiene Kurt.
¿Pero cómo se organiza una banda cuyo cantante vive a 450 kilómetros? Los músicos graban los ensayos en su local de Donostia y se los envían por Internet a Kurt, que después escribe las letras que mejor encajan en las composiciones. “Él hace su parte en Madrid y antes de los conciertos, se pone al día con un solo ensayo. Es muy profesional y serio trabajando, siempre viene con los deberes hechos”, dice Gonzalo. “Pero nunca pensé que pasaría tanto tiempo a bordo de los autobuses de Alsa, pero así es la vida del rock and roll, y me encanta”, bromea el estadounidense, que en este tiempo ha tenido oportunidad de conocer a fondo Euskal Herria.
“Probablemente es mi lugar preferido para actuar, salir de fiesta y divertirme. Es un honor cantar con estos cuatro tíos. Estar en el escenario con ellos es como ir en una montaña rusa: nos volvemos locos. Creo que nuestras actitudes y personalidades se reflejan también en nuestro sonido”, agrega Baker, cuya banda vasca favorita es The Lie Detectors: “La escena en el País Vasco es incomparable: hay grandes bandas, grandes clubs y una gran comunidad de gente. Me encanta”.
Festival Grosso modo Este sábado Bullet Proof Lovers actúan en la Sala Dabadaba dentro del Grosso Modo Festibala, cita organizada por el bar Akerbeltz y la cerveza Gross. El grupo donostiarra será el cabeza de cartel y tocará el disco al completo, presentará cuatro composiciones nuevas, un par de canciones que Baker hizo con Kip Brown -“leyenda menor del punk en Maine”- y alguna versión. “Tenemos material casi para hacer un nuevo disco”, confiesa Gonzalo, a lo que el americano replica: “Bullet Proof es un proyecto a largo plazo. Me gustaría vernos girando por toda Europa, Asia... o incluso por Estados Unidos. ¡Ya veremos!”
La sala Dabadaba acoge este sábado un festival para celebrar los dos años del nuevo bar Akerbeltz y la cerveza artesana Gross. La entrada, a la venta en el Dabadaba y el Akerbeltz, cuesta 10/12 euros e incluye un botellín de BrewGross.Bullet Proof Lovers. El estadounidense Kurt Baker canta en este grupo de rock and roll en el que militan miembros de bandas como Nuevo Catecismo Católico y Discípulos de Dionisos.
Puño Americano & His Puñettes. Banda malagueña con un directo que es como meter “en una thermomix a Eddie Cochran, los Sonics, los Ramones y dos kilos de anfetaminas”. “El resultado es un show frenético cargado de energía y humor”, dicen.
Hombre Lobo Internacional. Hombre orquesta que toca la batería con los pies, la guitarra con las manos y canta a la vez, facturando una mezcla de trash blues, psychobilly y rock and roll.
7
Es el número de canciones que incluye el disco Bullet Proof Lovers.
1. It’ll Be Alright 02:29
2. Leave Me Alone 01:38
3. She’s Gonna Leave02:57
4. Breaking Down03:06
5. Nothing I Can’t Do02:33
6. Never To Loud 02:57
7. Master Of My Destiny03:55