Fallece la académica de honor de Euskaltzaindia Karmele Rotaetxe
La lingüista bilbaina dedicó gran parte de su vida a la investigación del euskera Fue miembro de las comisiones de Fomento y Gramática, y destacó por trabajar la lengua con un riguroso nivel científico
Donostia. La lingüista y académica de honor de Euskaltzaindia Karmele Rotaetxe falleció el pasado jueves a los 81 años de edad. Destacada investigadora en el ámbito de la morfología y la sintaxis del euskera, en 1979 fue nombrada miembro correspondiente de la Academia y, hace nueve años, académica de honor de Euskaltzaindia. Dentro de la institución ejerció varias responsabilidades. Fue miembro de la comisión de Fomento y de la comisión de Gramática desde que se puso en marcha, y además participó en la redacción de los todos los tomos de Euskal Gramatika.
Rotaetxe nació en Bilbao el 17 de enero de 1932. Durante la Guerra Civil su familia se trasladó a Francia, donde cursó el bachillerato. Al finalizarlo, volvió a Bilbao, donde conoció a Xabier Peña, quien la inició dentro de la cultura vasca. La investigadora fue euskaldunberri. Sus padres no hablaban en euskera, pero le inculcaron su amor por el idioma. Con tesón, aprendió a hablarlo en una época difícil para todo lo relacionado con la cultura vasca. Desde entonces, dedicó su vida al euskera, principalmente a la investigación.
Tras licenciarse en Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto, continuó con sus estudios en Salamanca, donde presentó su tesis, Estudio estructural del euskera de Ondarroa, dirigida por Koldo Mitxelena en el año 1977. Como docente, ejerció en la Facultad de Ciencias de la Información para la enseñanza de la Estructura del idioma en el marco de la Lingüística General y posteriormente continuó su instrucción en la Facultad de Letras de Gasteiz (UPV-EHU), donde obtuvo una cátedra de Lingüística General en 1986.
Valiéndose de sus conocimientos filológicos publicó Lingüística Aplicada (1984) y Sociolingüística (1987). Asimismo, colaboró en numerosas publicaciones con otros autores y firmó más de 150 artículos tanto en el País Vasco -en Anaitasuna o Zeruko Argia- como en prestigiosas revistas extranjeras, donde principalmente investigó sobre fonología -acentuación y entonación- o estructuras gramáticas. Entre sus mayores aportaciones destacan su defensa por el uso del término ergatibo y la función que tiene como sujeto; una postura con la que refutó las opiniones mostradas por lingüistas como Mitxelena.
La lingüista bilbaina siempre trató de estudiar el euskera con un riguroso nivel científico, ya que pensaba que tenía una identidad propia y, al mismo tiempo, numerosas similitudes con los grandes idiomas de Europa.
Su nombre permanecerá vinculado por siempre al generoso legado que deja en la investigación del euskera.
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