Lilongwe. La visita de Madonna a Malawi sigue siendo objeto de controversia días después de que la diva del pop dejara el país africano. La ministra de Educación, Eunice Kazembe, contradijo ayer las afirmaciones de la artista, que aseguró que ha construido diez escuelas en Malawi. La funcionaria dice que simplemente se ampliaron escuelas ya existentes.
Madonna, que adoptó dos niños de Malawi, visitó la semana pasada este país, de donde se marchó el domingo. Estuvo en dos de las diez escuelas, además de en orfanatos y hospitales que fueron construidos por la organización Raising Malawi.
Desde hace tiempo ha habido fuertes discusiones entre los empleados locales de Raising Malawi y la organización por la presunta desaparición de aportaciones millonarias. Algunos de los proyectos anunciados nunca se llevaron a cabo.
El Gobierno ha criticado en varias ocasiones las acciones de Madonna. En este caso hubo un conflicto con la presidenta, Joyce Banda, que desmintió enojada la información que decía que Madonna se negó a reunirse con ella. La oficina presidencial publicó una carta de Madonna en la que la cantante pedía una audiencia privada, a la que nunca asistió. El portavoz habló de una "mentira" cuando se dijo que Madonna había ofendido a la presidenta. Además, la discordia tiene una arista interesante, ya que el hermano de Banda, Anjimile Mtila-Oponyo, fue responsable de los proyectos de ayuda de Madonna en Malawi, pero por desavenencias se marchó de la organización.
La diva pudo vivir en carne propia durante su visita la poca estima que le tienen en el país. A su llegada en un jet privado fue tratada como una VIP y recogida en el aeropuerto por una limusina. Pero a su partida, ella, sus hijos y su equipo tuvieron que atravesar los controles de seguridad del aeropuerto. "No podía creer lo que le estaba pasando, tener que pasar los controles normales con todos los demás viajeros", relató un empleado.
El compromiso de Madonna en Malawi ha generado siempre controversia. Hace unos años puso la piedra fundamental para este millonario proyecto destinado a 450 niñas en una localidad cerca de la capital, Lilongwe, en medio de un gran despliegue mediático, pero nunca se construyó nada.