Donostia. El grupo Amaral actúa esta noche y mañana en el Kursaal, en su gira de presentación del nuevo disco, Hacia lo salvaje. Con gran tirón en Donostia, el dúo se siente satisfecho del resultado del nuevo trabajo, que contiene un sonido, según el guitarrista Juan Aguirre, más "eléctrico y enérgico".
¿Dónde está lo salvaje?
Eva Amaral: Para nosotros es un lugar idealizado. Se trata de una visión de la naturaleza utópica. Es un sitio adonde vas para escaparte de la civilización y encontrarte contigo mismo, con la esencia del ser humano.
La estética del disco, con el lobo en portada, y el nombre del álbum, dan una imagen muy inhóspita.
Juan Aguirre: Es la visión de dos personas muy urbanas mirando a la naturaleza y viéndola como un símbolo.
E.A.: Realmente hacia lo salvaje quiere decir hacia lo desconocido, hacia un futuro incierto.
¿Esta incerteza se refleja también en la música?
J.A.: La parte sonora es una cuestión siempre de evolución natural. Quizás la gente que nos ve de disco a disco lo puede apreciar más pero para nosotros, que tocamos día a día, es una cuestión de evolución, algo lógico. En cada disco hemos añadido cosas que no estaban en el anterior. El disco es la fotografía de la banda en este momento, de unas historias que necesitábamos sacar, y el sonido es el resultado de tocar mucho, de viajar y asimilar influencias distintas.
¿Cuáles son las fuentes de las que han bebido?
J.A.: Las más diversas que os podáis imaginar. Somos bastante malos analizándonos a nosotros mismos. Cualquier cosa que podamos escuchar y nos impacte, desde pop actual hasta los clásicos.
E.A.: Recibimos ideas de muchos sitios, pero en nuestro disco no se puede encontrar ninguna influencia específica.
¿Cómo funciona el nuevo trabajo en directo?
J.A.: El concierto son las doce canciones del disco y otras quince de discos anteriores. Creemos que suena compacto, eléctrico y bastante enérgico. Un concierto, además de sonar bien y tener una acústica adecuada, tiene que tener un punto de energía y descontrol, que lo convierta en algo único, si no no está vivo.
¿El público está reaccionando bien al nuevo álbum?
J.A.: La verdad es que estamos muy agradecidos. Pondríamos un gracias grandioso en una pancarta.
Hay quien ha dicho que con este disco dejaban de ser músicos de '40 principales' para pasar a sonar en 'Radio 3', ¿Qué piensan?
J.A.: Nos abstenemos de comentar lo que dicen los críticos, a veces escriben de una forma muy frívola.
E.A.: Es curioso porque cada uno tiene su opinión y en algunas ocasiones están completamente enfrentadas entre ellos. Nosotros vamos a nuestro aire porque irías dando tumbos si te lo tomaras todo muy en serio. Aún así, en Radio 3 hemos sonado toda la vida.
¿Les afectan mucho las críticas?
J.A.: Cuando componemos nos metemos en una burbuja, que es necesaria porque, si no, no habría forma de salir adelante. Y luego cuando tocamos nos gusta que la música llegue directamente al público.
E.A.: Te planteas lo que dicen de tí. El que más te hace pensar es el que mete el dedo en algo certero, pero hay opiniones tan opuestas que te volverías loco si le dieras muchísimo crédito a todo.
Es conocido su apoyo al 15-M. ¿Se han inspirado en este movimiento para componer algún tema?
J.A.: En absoluto, las canciones estaban compuestas de mucho antes. Nuestra visión de este movimiento popular ha sido la de dos personas, Eva y Juan, mirando lo que pasaba. Nosotros hemos sido más observadores que protagonistas.
¿Fueron más como ciudadanos que como estrellas?
J.A.: Como estrellas desde luego no. El sitio donde estábamos grabando está cerca de la Puerta del Sol y, cuando salíamos a tomar café o a despejarnos un poco, veíamos a la gente allí charlando de todas las cosas y para nosotros fue un aprendizaje. Fue una suerte oír el intercambio de opiniones y diciendo cosas que nunca salen en la tele.
E.A.: Los que dieron un empujón a este movimiento fueron las personas que dormían en la Puerta del Sol y todos los ciudadanos que participaron.
¿Por qué os habéis decidido a lanzar el disco con un sello propio?
E.A.: En realidad el último disco, Gato negro, dragón rojo, y el álbum en directo La barrera del sonido, ya fueron con nuestros sellos, aunque no tenía nombre. Sin embargo, antes lo distribuía una gran cadena, EMI, y ahora este tema lo llevamos con una empresa más pequeña.
¿Eso les da más libertad para crear?
E.A.: Realmente en la creación no creo que haya afectado porque en todo momento nos hemos sentido libres y responsables ante la hoja en blanco. Nunca hemos tenido ningún tipo de presión ni por fechas ni por nada en absoluto. Siempre han respetado nuestro trabajo.
J.A.: Tampoco hubiésemos grabado nada sin tener libertad artística total. Y, como dice Eva, cuando estás delante de una hoja en blanco te da igual cómo se distribuya la música a posteriori. Es algo natural.
E.A.: Siempre hemos metido mucho las narices en todo lo que rodeaba a la música. Todo el proceso de grabación, el diseño, etc. y hemos seguido el camino de unos niños: nos hemos soltado y ya caminamos solos.
Han tenido que ofrecer un concierto más y las entradas están agotadas en el primero y casi no quedan para el segundo. ¿Se sienten queridos en esta ciudad?
E.A.: Para nosotros Donostia es una ciudad muy especial para venir a tocar y nos hace mucha ilusión estar aquí.