"Instantánea en Alderdi Eder"

"En este poema, tan donostiarra a la vez, escrito este 1942-43, y publicado en el libro Movimientos elementales [luego recogido por Félix Maraña, tanto en la antología Gaviota (1988), como en San Sebastián, ciudad abierta (1989)], se funde, una vez más, en la mano de Gabriel Celaya, la visión profunda de las cosas y el corazón ilimitado":

INSTANTÁNEA

(Alderdi Eder, 19 febrero. 4 tarde)

TAMARINDOS desnudos perfilados

contra el puro posible de la niebla.

Callando, se oye el mar que rompe lento

en las playas remotas de otros mundos.

Suspenso, el corazón guarda un secreto,

vive allí donde ya no es sólo mío.

¡La pura posesión, la nada pura

en lo alto de un latido que no vuelve!

"Magia y acento del mundo"

"Elijo este poema de El mundo abierto (1985), porque trasluce lo que Celaya llamó conciencia mágica, o conciencia abierta. Para Celaya, no somos quienes somos, sino entes disueltos en la conciencia cósmica, conciencia mágico-pánica, de identificación con la Naturaleza, superadora de las conciencias individual y social, y que es muestra de su poesía órfica, que marca el trecho fundamental de su poesía, desde Marea del silencio (1935), hasta Ixil (1984)":

EL PASEANTE SOLITARIO

MIENTRAS me paseo por los bosques de Euskadi

y atardece lento, ni triste, ni alegre

y entonces las pausas son enormes silencios

en los que se escucha lo real e indecible,

recuerdo, pues ¿qué somos sino sólo recuerdos

de algo que un día fuimos, o quizás un proyecto?

O bien cuando abandono los remos y el mar mece

dulcemente el chinchorro donde yazgo tendido

ni vivo ni muerto, ¿en qué pienso o no pienso?

Sólo en ti, mar que sueño, pues todo en ti está dicho.