Le gustaban mucho los Manolo Blahnik, hasta que en 2014 decidió abrir su propia marca de zapatos, 'SJP', y recaudar por sí misma. Porque incrementar la cuenta siempre excita. Aunque ello suponga hincar las rodillas ante clientas pijas para vender los botines más caros de tu firma. Es lo que ha hecho en Manhattan Sarah Jessica Parker, la actriz (televisiva) más rica del mundo. Esa que lo mismo te gesta un imperio con su 'Sex and the City', que te ayuda en una tienda a probarte el calzado.

Sarah Jessica Parker lo tiene todo, pero quiere más. ¡Mucho más! Proyectos, negocios, diseños, ilusiones, contratos... Afirman quienes la conocen que su ambición (profesional) no conoce límites. Porque la actriz, una de las más ricas del mundo, no ha parado de crear desde que acabara la franquicia Sex and the City, la serie que le hizo universalmente famosa, le inyectó tranquilidad económica para el resto de sus días, la elevó como icono glam mundial, y la enemistó para siempre con su íntima en la ficción: Samantha Jones, llamada en la vida real Kim Victoria Cattrall. Porque a Parker, procedente de una humilde familia de Nelsonville (Ohio), nunca se le han caído los anillos. Ni ahora, que dobla en fortuna a cualquiera en Hollywood, ni antaño, cuando tuvo momentos de gran apuro y vacío bolsillil.

Por ello, quizá, Manhattan ni se ruborizó la pasada semana cuando la prensa captó a la estilosa Carrie Bradshaw probando calzado, sus zapatos, a unas clientas pijas en la mejor tienda del mejor barrio de Nueva York. Ni tuvo, por supuesto, mayor inconveniente en ponerse de rodillas, literalmente, para cerrar la venta del calzado adecuado.

Ella misma ya avisó hace unos años de todo lo que estaría dispuesta a hacer para promocionar sus productos. "Cuanto más tiempo pase en el suelo, sobre mis manos y rodillas, literalmente poniendo zapatos, más sabré y será mejor para los negocios. Iré a trabajar al suelo unas ocho o diez veces al año, porque hoy tienes que estar en contacto con el cliente", detalló a la revista Forbes hace ya cuatro años, poco después de lanzar al mercado SJP.

Porque la actriz y diseñadora, a pesar de vestir excesiva y mamarracha, disfruta cantidad de su faceta empresaria. Además de en las tiendas físicas que posee en Estados Unidos, Canadá, Abu Dhabi y Dubai (a Europa que nos zurzan), SJP también factura (y mucho) desde plataformas como Amazon o su propia página web: sjpbysarahjessicaparker.com. En ella se pueden adquirir bellos modelitos al módico precio de 350 euros. "No puedo traer zapatos hechos a mano en Italia por menos", exclama. Y razón no le falta. Que luego se nos llena la boca reivindicando el kilómetro 0.