Barcelona, 23 de mayo de 1981. Han pasado tres meses exactos desde el intento de golpe de Estado en el Congreso de los Diputados cuando once hombres encapuchados entran en la sede del Banco Central de Barcelona. Lo que comienza como un espectacular atraco pronto se convierte en un verdadero desafío para la reciente democracia. Los atracadores tienen más de 200 rehenes en el banco y amenazan con matarles si el gobierno no accede a liberar al coronel Tejero y a otros tres responsables del 23F.
Así resume Netflix el leitmotiv de la miniserie Asalto al Banco Central, que reproduce las 37 horas que duró el suceso. Una recreación que según el director Daniel Calparsoro, “es fiel a lo que ocurrió en la realidad”. Destaca que, a la hora de plantear el proyecto, decidió centrarse en tres aspectos especialmente. “Por un lado, lo que es el asalto y un hecho real, porque teníamos testimonios reales, empezando por el del líder de los atracadores. En segundo lugar, en el desarrollo de este personaje, que es fascinante. Y por último, la posibilidad de retratar un momento histórico concreto”.
Algo más que un atraco
“No es solamente un atraco entretenido y con unos personajes muy interesante”, explica el realizador. “También habla de una democracia muy verde, donde la gente empieza a disfrutar de la libertad, aunque siempre con el miedo a que desaparezca en cualquier momento porque todo es muy incipiente”, afirma.
En Asalto al Banco Central coinciden tres intérpretes que ya trabajaron en la misma serie, La casa de papel. Miguel Herrán interpreta al personaje fascinante del que habla Calparsoro, José Juan Martínez, ‘Número 1’ como fue conocido en el atraco. Herrán habla de su personaje como “un hombre hecho a sí mismo, una persona que existe, que estuvo en el rodaje con nosotros, que sale en una de las secuencias haciendo una pequeña aparición, y poder interpretarle es un lujo pues es una personalidad en sí mismo. En torno a ese tío, a día de hoy, no se sabe realmente qué es lo que pasó”.
Hovik Keuchkerian, por su parte, recuerda que tenía ocho años cuando todo ocurrió desde el golpe de Estado. En la serie es Berni, un veterano fotógrafo que ha perdido la pasión por su trabajo tras perder a su hija. “Le tiene que arrastrar, porque ni siquiera su profesión le saca del pozo”.
Quien le arrastra es Maider, una inexperta periodista que “va a por todas sin ningún tipo de miedo, compitiendo con la policía y autoridades por conocer la verdad”. Quien así resume su personaje es la joven actriz María Pedraza, que ve en Maider a su “personaje más adulto”.