Son las once en Larraul y la tranquilidad de una mañana cualquiera se ve quebrada por un sonido metálico. El ruido, lejos de resultar desagradable, responde al choque constante entre sí de dos medallas, una de oro y otra de plata. Quien las sostiene, maillot arcoíris en mano, es el ciclista juvenil Eñaut Urkaregi, recién aterrizado del Mundial de pista en Países Bajos, y en trámites ya para disputar los campeonatos de ruta que tendrán lugar en Ruanda este septiembre. “Fuimos a Apeldoorn con la intención de hacerlo bien, y lo conseguimos”, se felicita el prometedor corredor guipuzcoano, sólo minutos después de recibir ya las vacunas que le exige su próximo viaje a África.
“Empezamos estableciendo un nuevo récord de España en Persecución por equipos. En la Persecución individual logré la plata, llevándome una gran alegría. Ni me lo creía. Y el última día, en Madison, nos fuimos creciendo sobre la marcha y obtuvimos el oro (Eñaut y el valenciano Eric Igual)”. Urkaregi se sacó así “la espina”, este último fin de semana, de un Europeo que en julio saldó con balance “agridulce”. “Lo preparamos mucho y no anduvimos mal, pero acudimos con unas expectativas que no se cumplieron del todo”.
Sí está respondiendo a lo esperado, en líneas más generales, el 2025 de Eñaut, cuyo 2024 ya permitía intuir el paso adelante que ha terminado confirmando, tanto en los velódromos como sobre el asfalto. “No es que el año pasado destacara mucho, pero sí que tuve buenas sensaciones. Al finalizar la temporada, hablándolo con mi preparador (Xabier Irazu), nos propusimos trabajar muy duro en invierno, y todo lo que ha ido viniendo luego ha significado la consecuencia”, asegura vestido con los colores azul y amarillo del Tolosa-Danena.
Largo palmarés
Cuando Urkaregi habla de “todo lo que ha ido viniendo luego”, no se refiere únicamente a las dos medallas de Apeldoorn, también a una campaña repleta de victorias en carretera y que le ha convertido en uno de los juveniles más cotizados en el mercado ciclista, a nivel europeo y mundial. “Empecé ganando una crono de categoría UCI en Alicante. Y a partir de ahí han llegado otros trece o catorce triunfos”, explica sin tener muy clara la cuenta, antes de enumerar sus éxitos más especiales del curso. “ Fue bonito lo de la Gipuzkoako Itzulia (se llevó la general y las cuatro etapas). También he ganado pruebas de Copa de España. Y me quedo igualmente con los puestos en el top 10 en pruebas internacionales (acabó décimo la general de Morbihan, en cuya contrarreloj terminó sexto). Creo que son los resultados que soñábamos hace unos meses cuando planificamos el año”.
A PUNTO DE FICHAR POR EL LIDL-TREK
Eñaut ni confirma ni desmiente. Pero el secreto a voces en el mundillo está ya muy cerca de resultar oficial: Urkaregi correrá a partir del próximo 2026 en el equipo filial del Lidl-Trek, pasando directamente de la categoría juvenil al pelotón profesional y esquivando así el campo amateur. El segundo plantel de la escuadra americana, que tiene en el oñatiarra Markel Irizar a su principal responsable, cuenta en la élite con un calendario acorde a su estatus (la tercera división del ciclismo), perfecto para el desarrollo de jóvenes valores. Estos, además, acostumbran a protagonizar incursiones puntuales en las alineaciones del primer equipo.
La temporada, en cualquier caso, no ha terminado todavía. “Algo competiré antes de viajar a Ruanda. Y luego en el Mundial haré tanto la crono como la prueba en línea, que es muy muy dura. Para mí se tratará de disfrutar de la experiencia con la tranquilidad que me supone lo conseguido en los campeonatos de pista, pero también compitiendo y dándolo todo, por supuesto. La crono significa una buena oportunidad para medirme con los mejores. Y para la carrera tenemos en la selección a Benja Noval, que lo puede hacer un poco mejor que el resto, aunque todos estamos capacitados para firmar buenas actuaciones”.

Lo explicado por Urkaregi, sumado a los éxitos que acaba de obtener en pista, permite ya hacerse una primera idea sobre sus características como corredor. A partir de ahí, su estatura (1,84 metros con 18 años) y su peso (71 kilos) confirman un perfil de clasicómano con el que el propio Eñaut se muestra conforme. “No soy un escalador, las subidas largas me cuestan, pero sí paso bien las cotas más explosivas. Además, tengo bastante velocidad para las llegadas en grupo, así que creo que las pruebas de un día pueden ser lo mío”. “Y también las contrarrelojes”, agrega en referencia a una modalidad que, en cierto modo, le desmarca de uno de sus modelos como ciclista. “Siempre me he fijado en Alex Aranburu. Y sí que puede decirse que, por una cuestión de cualidades, me parezco un poco, aunque ahora me toca acercarme a todo lo que ha conseguido él. A ver si lo logro”, señala precavido el de Larraul, quien completa sus perspectivas de futuro mostrando la intención de seguir compaginando velódromos y carreteras. “Si estás en forma, con una semana de trabajo específico puede valer para adaptarte de una modalidad a otra”.