Euskadi Fundazioa afrontará la próxima temporada con una plantilla de 14 ciclistas, marcada por la juventud, el talento y una firme apuesta por la formación. El equipo de desarrollo confirma así su compromiso con el impulso de los jóvenes valores del ciclismo vasco.
La plantilla estará formada por tres corredores élite y once sub-23: Joan Cardona, Asier Castilla, Iker Colmenero, Aimar Fernández, Aimar Galdos, Ibai Irisarri, Aimar Marín, Marco Martín, Eder Moreno, Kepa Ormazabal, Ander Otegi, Alain Suárez, Adur Tapia y Ehki Uriarte.
Entre las siete incorporaciones, destaca la llegada de Marco Martín, procedente del Red Bull–Bora, junto a Moreno y Tapia (Eiser-Hirumet) y cuatro ciclistas juveniles —Cardona, Colmenero, Aimar Fernández y Uriarte— que reflejan la clara apuesta del proyecto por reforzar la base.
El director deportivo, Mikel Gaztañaga, ha subrayado la solidez del grupo: “Contamos con una plantilla joven y de calidad, preparada para seguir trabajando en nuestra filosofía de cantera y nutrir al Euskaltel-Euskadi con corredores de futuro. El próximo año, Yago Agirre, Samuel Fernández y Gari Ugarte darán el salto a profesionales tras su paso por el equipo. Los juveniles que subimos han sido de lo mejor del pelotón vasco y otros cuatro continuarán su formación en 2026. Marco Martín nos aportará un extra de calidad”, ha destacado.
En el plano deportivo, el equipo centrará sus objetivos en el calendario vasco, con los torneos Euskaldun y Lehendakari, las clásicas de la Copa de España y las vueltas a Bidasoa y Navarra. Gaztañaga dirigirá el bloque junto a Jorge Azanza, responsable del Euskaltel-Euskadi.
Apuesta por un modelo de desarrollo integral
La estructura mantiene su apuesta por un modelo de desarrollo integral, que combina formación, identidad y cultura del esfuerzo. Euskadi Fundazioa se consolida así como un referente sólido y arraigado para los jóvenes talentos del entorno, garantizando un camino coherente desde las escuelas de ciclismo hasta el alto nivel. Con esta base, el equipo vuelve a erigirse como puente natural hacia el profesionalismo y como el principal escaparate de la cantera vasca, en un proyecto profundamente vinculado a los valores del ciclismo de Euskadi: pertenencia, esfuerzo colectivo y orgullo por unos colores con un significado que trasciende lo deportivo.