Tras casi dos años de constantes vaivenes, el ciclismo de base en Gipuzkoa quiere decir “basta ya”. Durante el mencionado período, las dificultades organizativas para promover carreras en el territorio han sido una constante. Por el camino han quedado pruebas suspendidas y otras que salieron adelante a última hora, por los pelos y desde soluciones alternativas. Tampoco ha resistido la junta directiva saliente de la Federación, que dimitió a mediados de septiembre. Y ahora, recién concluida la temporada de carretera 2024, y con miras ya a las campañas de pista, ciclo cross y de ruta 2025, la incertidumbre preside un mundillo que reclamará seguridad este domingo en Donostia. Pedirá seguridad, además, por partida doble: la certeza de que el próximo curso se desarrollará con cierta normalidad, y protección para quienes salen a la carretera a hacer deporte sobre dos ruedas. NOTICIAS DE GIPUZKOA ha contactado con los principales actores implicados en el asunto.
Doble rol: Diputación y Federación
Desde esta misma semana, la dirección de la Federación Guipuzcoana de Ciclismo corre a cargo del Departamento de Deportes de la Diputación, al no presentarse candidatos en las elecciones convocadas tras la mencionada dimisión. “Cuando la anterior junta dio un paso al costado, entendimos que la Federación no podía quedar sin gobernanza y que debíamos intervenir para hacernos cargo, hasta la convocatoria de unas nuevas elecciones”, explica Goizane Álvarez, diputada foral de Deportes. “En cualquier caso, tampoco queremos hacer esto nosotros solos. Hemos ofrecido a algún representante de los clubes la vicepresidencia federativa, y también formar parte de una comisión delegada que se va a crear. Como Diputación nos corresponde garantizar esa gobernanza, pero buscamos igualmente rodearnos de personas con un conocimiento concreto del ciclismo y de todas las labores que este deporte genera a su alrededor”, añade.
Álvarez subraya la trascendencia de recuperar la normalidad, en lo que respecta al calendario guipuzcoano de pruebas ciclistas. “En muchos casos, estamos hablando de competiciones que van más allá del rendimiento o del desarrollo del talento local. Son carreras que significan un patrimonio de Gipuzkoa, muchas de ellas organizadas desde hace décadas con motivo de las fiestas de este a aquel pueblo”. La diputada de Deportes destaca, en este sentido, que “el ciclismo es un deporte que genera un relato social, de territorio, de socialización, de esfuerzo...”. “Hay muchos corredores, locales y de otras partes del mundo, a los que les gusta venir a competir a Gipuzkoa por el caldo de cultivo que se genera en las cunetas. Repito que todo este asunto va más allá de desarrollar el talento de nuestros ciclistas jóvenes. El ciclismo en general tiene en nuestro territorio un retorno social muy bonito que debemos cuidar entre todos”.
Conversaciones: reunión en Lakua
¿Por dónde pasan las dificultades organizativas en cuestión? La situación presenta múltiples aristas, pero posiblemente la más relevante apunte a la supuesta falta de efectivos en la plantilla guipuzcoana de la Ertzaintza para cumplir con los requisitos de seguridad que establece el Gobierno Vasco. Bizkaia y Araba no sufren así una problemática que sí se da en nuestro territorio y ante la que, contactadas por este periódico, fuentes de la propia Ertzaintza han rehusado pronunciarse. La policía figura, en cualquier caso, bajo el paraguas de un Ejecutivo vasco que está mostrando “una buena disposición” para alcanzar un entendimiento.
Así lo asegura Goizane Álvarez, quien alude a una reunión celebrada ayer jueves en Lakua y convocada por la vicelehendakari Ibone Bengoetxea. “Acudimos con el objetivo de pedir, sobre todo, un protocolo estable para que las pruebas, las que sean, puedan celebrarse en condiciones de seguridad. Se trata de evitar modificaciones de criterios sobre la marcha y de generar una seguridad en el itinerario, para saber de antemano, con tiempo, qué pruebas se van a poder celebrar, esperemos que la gran mayoría. Lógicamente, también queremos identificar con antelación cuáles pueden ser las carreras que plantean problemas, para trabajar con margen distintas soluciones y alternativas”.
Se encuentra así abierta una fase de importantes conversaciones ante la que, “como en cualquier negociación, ambas partes deben ceder”, puntualiza la diputada de Deportes, quien ha pulsado previamente el sentir de los clubes para determinar una estrategia concreta en la mesa. “Les hemos consultado para conocer exactamente dónde están las líneas rojas cuya vulneración no se puede permitir, y hasta dónde podemos exigir igualmente nosotros a nuestros interlocutores”.
La junta saliente: cambio de estrategia
Santi Osoro, ex presidente de la Federación Guipuzcoana, dimitió hace un mes del cargo junto a su equipo directivo, y deja atrás dos años de encuentros como el descrito, con representantes institucionales de todo tipo. Pese a su condición de gestor ya saliente, fue convocado también para participar en la reunión de ayer, cuya simple celebración ya valora de forma muy positiva. “¿Si creo que la manifestación tendrá sus efectos? Bueno, yo creo que esos efectos se están percibiendo incluso antes de que llegue el domingo. Hemos generado un ruido con la convocatoria y parece que la gente se está poniendo las pilas”, reflexiona el propio Osoro en declaraciones a este periódico.
El que fuera máximo dirigente de la Federación hasta este septiembre se apresura a puntualizar que no quiere “lanzar las campanas al vuelo”. Pero sí reconoce que “la estrategia” diseñada junto a su equipo está dando los frutos deseados. “Llevábamos desde que entramos en la Federación, en 2022, reclamando la creación de una mesa conjunta de trabajo. Ante los problemas de distinto tipo que nos hemos encontrado durante este tiempo, hemos ido hallando soluciones acudiendo a distintas personas. A finales de este último verano, sin embargo, llegamos ya a un punto en el que no teníamos recursos para ir a donde nadie. Habíamos tocado todas las puertas posibles y estábamos al límite de nuestra capacidad para poder mover las cosas. La única forma que teníamos de reactivar esto era cambiando de táctica”.
Osoro y su junta directiva trazaron a comienzos de septiembre una nueva hoja de ruta. “Apostamos por dimitir siendo conscientes de que, haciéndolo, generábamos un problema más grave aún, y de que gente que estaba mirando hacia otro lado no iba a tener más remedio que coger el toro por los cuernos. Al marcharnos nosotros, la Diputación tenía que asumir la Federación, y este era uno de nuestros objetivos. Ahora la Federación está en manos de la Diputación, cuya dirección de Deportes en Gipuzkoa corre a cargo del PSOE, socio a su vez del PNV en el Gobierno Vasco. Entendimos que si implicábamos directamente a la Diputación, iban a ser ellos quienes debieran ir ahora personalmente a Lakua a reclamar una solución. Y ellos tienen en el Gobierno Vasco esa fuerza que a nosotros igual nos faltaba. Esa era la estrategia y estoy esperanzado, porque ahora parece que sí se lo toman en serio. ¿Si espero una solución rápida? No lo creo, esto es sólo el comienzo de la etapa”.
Misma reivindicación: un dossier de requisitos
Dicha solución pasa, según el ex presidente federativo, por lograr una meta ya mencionada aquí por Goizane Álvarez. “Se trata de crear de una vez por todas un dossier de condiciones claro, para que los organizadores sepan qué se puede hacer y qué no a la hora de diseñar recorridos, y para que puedan tener la cobertura de seguridad pertinente. ¿La falta de efectivos de la Ertzaintza en Gipuzkoa? Ese tema resulta curioso. Es cierto que la mayor parte de las carreras de la base se disputan en nuestro territorio, y que este cuenta precisamente con la menor cantidad de agentes. Sin embargo, cuando hemos planteado esto ante el Parlamento Vasco y hemos sugerido la necesidad de ampliar la plantilla policial, siempre se nos traslada que en Gipuzkoa hay agentes suficientes para hacer frente al calendario. Luego los propios ertzainas te dicen que no, que son pocos, mientras sus superiores políticos aseguran todo lo contrario. Es algo que hay que aclarar”.
Desencallar todo este asunto tiene pendiente a un sinfín de agentes implicados en el ciclismo guipuzcoano: técnicos, clubes, jóvenes corredores... Sin embargo, desde las alturas del World Tour también hay quienes siguen el asunto con preocupación, conscientes de que ellos se beneficiaron en su día de toda la estructura de base existente en el territorio. Ion Izagirre (Cofidis), por ejemplo, se mantiene informado desde Italia, donde el sábado pondrá punto final a su temporada con el Giro de Lombardia. “No me dará tiempo a estar el domingo en Donostia, pero sigo atento al tema porque tengo conocidos que trabajan en clubes, en equipos, incluso en la Federación... Sé de las dificultades que existen para sacar adelante las carreras. Y es una pena”.
“Siempre se habla del modo en que el ciclismo está arraigado en la cultura vasca, queremos tener gente vasca en el Tour, se organizan salidas como la de Bilbao... Pero todo eso de nada sirve si no se cuida la cantera. Ahí trabaja gente que mete un montón de horas por amor al arte y a la que no se le dan facilidades, sino que se le ponen obstáculos. No estoy en primera línea y no sé si estamos ante un problema de dinero o de falta de acuerdos. Lo que sí veo es que todo son pegas de última hora para la organización de carreras, cuando deberíamos remar todos en la misma dirección. Recuerdo cuando era cadete o juvenil la ilusión que me hacía disputar la Vuelta a Gipuzkoa o las pruebas locales de Copa de España, con el sueño de correr algún día la Itzulia o el propio Tour. Si ahora les quitas eso a los chavales que están empezando, olvídate”, zanja Izagirre, exponente de una generación (nació en 1989) que disfrutó en su día de unos inicios estables en lo logístico. Toca ya recuperar la normalidad y ofrecérsela a los campeones del futuro.