donostia - La diferencia entre una plata y un bronce hace un año en Florencia y el solitario bronce de Valverde ayer en Ponferrada es abismal, aunque no en la dirección que explica la lógica. Entonces, la selección española, responsabilidades aparte, perdió un oro que acarició Purito imaginándose bajo la lluvia italiana lo bien que le iba a sentar el jersey arcoíris hasta que Rui Costa le despertó del sueño de un golpetazo que no llegó a encajar bien el catalán. Ayer, en cambió, la selección española ganó un bronce que, diez años después del último Mundial de Freire (Verona 2004), se empieza a valorar en su medida del mismo modo que, como el buen vino, el tiempo va dando aroma, sabor y cuerpo de leyenda a la carrera arcoíris del cántabro, con tres Mundiales entre 1999 y 2004. Y también se empieza a admirar la constancia de Valverde, que, puro deseo, no podía apartar la vista ayer del maillot con el que vestían a Kwiatkowski a su lado en el podio. Seis veces ha estado el murciano a un lado o a otro del arcoíris -dos veces segundo y cuatro tercero-. El de ayer, quizás, el más valorado de todos. Primero, por su propio director, Mínguez, que habló, es un tópico, del Mundial como una lotería, no para incidir en que la suerte elige al ganador, sino para constatar la importancia del tercer premio, el bronce. “Estoy contento con el trabajo del equipo y con el resultado, pero ya se sabe que siempre queremos más”, dijo Mínguez, que defendió la resolución de una situación complicada para la selección. “El circuito no daba más de sí y hemos aguantado a que llegara el momento de Valverde, y eso es lo que ha hecho”.

“Hay que estar contentos con la medalla que se ha conseguido”, valoró el murciano, que no negó sin embargo que su deseo sigue intacto y que, claro, las seis medallas que colecciona en la vitrina de casa no compensan ni colman su ambición de convertirse, algún día, en campeón del mundo. Y lejos del amargor de la derrota de hace un año, Purito, que es más o menos consciente de que su oportunidad de ganar un Mundial ha pasado, dijo salir de Ponferrada con la sensación de haber podido ganar. A eso, dijeron, les sabe el bronce. - R.C.R.