"Día clave, sobre todo, para no perder", advierte Beñat Intxausti; "determinante", subraya Purito Rodríguez. "Es la etapa que más diferencia dará", añade el catalán, vencedor de la primera jornada. Tratan sobre la cuarta estación de la ronda vasca, sobre la que enfocan hoy todas las miradas. El gran día, la prueba de fuego para el pelotón. La criba donde los aspirantes a la clasificación general dejarán de serlo o se reafirmarán. Un tramo que discurre entre Amurrio y Arrate, meta y lugar de devotos con sus 556 metros de atalaya sobre Eibar. También de ateos que persiguen una panorámica, el aislamiento o la reflexión, la meditación en el corazón de Euskadi. Unas sensaciones que se asimilan a las que hoy deberán conseguir los que quieran ganar, incluso, robar tiempo con un ojo puesto en la contrarreloj. Aislamiento porque la fuga en solitario será obsesión, panorámica para saber leer la etapa para gestionar los planes y reflexión para conocer el momento idóneo para el ataque.

Pero, además, la estrategia puede verse empañada por la fortaleza física. Día de brutos más que de pensadores. "Una llegada en grupo a la ascensión de Arrate podría valer, pero será más un día de piernas", anticipa Intxausti, del Movistar, que en la segunda etapa colocó a cinco corredores en la fuga definitiva.

"La ascensión se comenzará con una llegada en grupo abajo", adelanta Purito. A partir de entonces, "habrá que agarrarse y ver hasta dónde llegamos", analiza David López. Los equipos trabajarán para defender intereses, hasta que soltarán como madre a pájaro recién nacido a sus líderes, que intentarán volar.

"Habrá que intentar ganar tiempo para la crono. Dicen que el maillot de líder da alas, a ver si es verdad", juzga Joaquim Rodríguez, quien, como Samuel Sánchez, deberá apostar fuerte, obligado tras el ascenso a cinco altos puntuables -Kanpantzar (2ª), Karabieta (2ª), Miota (3ª), Areitio (3ª), Ixua (1ª), San Miguel (2ª)-, con el de Uzartza por delante, de primera, y a 3 kilómetros de los 177 previstos hasta Arrate. "Una cima mítica", como dice Intxausti.

Será la última baza de muchos. "Mucha gente se la debe de jugar desde abajo", apunta David López, otro del Movistar, quien lanza nombres propios: "Purito y Samu deben atacar". Estrategia ofensiva, sin economizar. Para el asturiano, el tipo a tener en cuenta será Chris Horner. "Está muy fuerte". "Tiene todas las de ganar", comparte su director Igor González de Galdeano.

Estarán los lógicos marcajes, pero habrá espacio para la sorpresa. La opción para la mayoría. "El año pasado ganó Samu aprovechando que no disputaba la general", prosigue el de Barakaldo. Un hecho que puede invitar al descaro. "Con Valverde era distinto, esta temporada no está y no tenemos un líder claro, pero nos lo tomamos en ese sentido como una cuestión personal que hay que aprovechar", matiza David. Un puñado de alternativas en lugar de una.

"Será un día muy duro y diferente, por el calor, pero no creo que llegue un grupo reducido unido. Se disputa la carrera y arriba llegarán los mejores", considera Igor González de Galdeano, que considera a Samuel "en disposición de ganar, y pelearemos por ello", suma. "Le veo muy bien, no gasta un duro de más, está corriendo muy inteligentemente, quizás el que más de todos", dice Juanma Garate sobre el ovetense. La formación naranja, por tanto, será iniciativa, pues "todos buscarán marcar diferencias" y, sin embargo, el "Radioshack quizás mantener".

El caso es que "se van a jugar la victoria entre los hombres fuertes, los favoritos". "No creo que haya sorpresas de fugas desde lejos. Los intereses son grandes para todos, porque, además de la crono, es la etapa que queda para marcar diferencias", estima Garate. Tras pasar por el santuario, según González de Galdeano, quedará "un grupo de cinco para disputarse la Vuelta en la contrarreloj". Samu, Purito, Horner, Gesink, David López, Intxausti, Tondo, Cunego, los Schleck… Arrate elegirá.