donostia. El día en el que Samuel Sánchez quiso y pudo acabar con ocho participaciones sin ver puerta en la París-Niza, la carrera que le rechaza, en la que ha sido segundo en varias etapas pero nunca primero, en la que ha sido cuarto pero nunca ha subido al podio, llegó Andreas Klöden y se puso en medio. Tropezó el líder de Euskaltel-Euskadi con el alemán, una promesa cuando en 2000 ganó la París-Niza y pocas semanas después la Vuelta al País Vasco. El heredero de Jan Ullrich, para quien trabajó y a quien llegó a superar en el Tour de 2005 -fue tercero Klöden y cuarto Jan-. El gregario de Lance Armstrong y Contador en los últimos años, una delicia de compañero, dicen, humilde, sigiloso, obediente, trabajador, llevaba desde primavera de 2009 sin ganar. Lo hizo ayer, con 35 años. Más de una década después lidera de nuevo la carrera del sol.

Ocurrió el día en el que quería y podía Samuel. El día en el que la París-Niza se subía, al fin, por las paredes, y pensó David López, el escalador vizcaino del Movistar, que podía ser el suyo. Su idea se había marchitado antes de merodear las faldas del Col de la Mure, 7,6 kilómetros, 8,3 de media. Allí pocos quisieron ser responsables de nada. Allí, se impuso la ley serena, el ritmo lineal, pétreo, del HTC. De Tony Martin, alemán, promesa ciclista en un país que no quiere saber nada de las bicicletas y su intramundo. Promesa que ayer superó con suficiencia el examen de la montaña y hoy es favorito a pasar por encima de todos en la crono y liderar la carrera.

Martin fue uno de los ocho que, desperdigados porque un poco por delante marchaban Carrara y Kiserlovski y por detrás arrancaron Taaramae y Tondo, superó el puerto en cabeza y forzó una reagrupación que echando un vistazo a los dorsales, ninguno veloz, ninguno definidor, hizo ilusionarse a Samuel.

"Quise ponerme a rueda de Klöden para remontarle", explicó el de Euskaltel, que calculó mal y salió tarde, muy al final del kilómetro llano y recto donde Klöden, ni rápido ni poderoso, le tumbó en un agónico, los cuerpos retorcidos, los dientes enfrentados, desenlace.

"No está mal", reaccionó Samuel al recordar que es su segunda carrera del año, que llegó a París con solo cinco días de competición y que el segundo puesto, su resistencia en la montaña, le confirman que su camino hacia la Vuelta al País Vasco es el acertado.

En la crono de hoy, 27 kilómetros, Samuel, segundo en la general, tratará de acercarse a Klöden y alejarse de Tony Martin, favorito.

En la segunda etapa de la Tirreno-Adriático, venció al sprint Tyler Farrar.