Aunque su comunicado al que hago referencia data del año 2024, la postura que usted mantiene sigue plenamente vigente y preocupante hoy en día. Es sorprendente y preocupante que su postura frente a la crítica legítima sea refugiarse constantemente en un victimismo impropio de su cargo. No es serio ni aceptable que usted califique despectivamente como "Club del No" a ciudadanos que ejercen su derecho democrático a exigir transparencia, legalidad y respeto institucional. Permítame recordarle que haber ganado unas elecciones no le otorga a usted ni a su equipo ninguna "patente de corso" para actuar al margen del interés general y mucho menos al margen de la ley.
Su intento de desacreditar a quienes, con argumentos sólidos y a menudo respaldados por decisiones judiciales, cuestionamos ciertas decisiones, refleja una preocupante falta de respeto hacia la democracia participativa y la necesaria vigilancia ciudadana. Gracias a ese "Club del No", como usted lo denomina con evidente desprecio, no tenemos hoy en Anoeta una aberración urbanística con torres y miles de metros cuadrados destinados a superficies comerciales que hubieran supuesto la ruina del comercio local del barrio de Amara.
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En el caso de Illarra y Eresti ha ocurrido lo mismo. Han sido los tribunales, no una simple postura negativa, los que determinaron que los proyectos vulneraban claramente la legalidad. Le recuerdo, por si se le olvida, que fueron sentencias judiciales las que detuvieron los planes de esa institución, y no caprichos ciudadanos.
La crítica y el control ciudadano no solo son legítimos, sino necesarios en una sociedad democrática. En lugar de victimizarse, debería preguntarse por qué tantas de sus iniciativas terminan siendo cuestionadas judicialmente y, peor aún, anuladas por los tribunales. Y le voy a decir más: su talante comunicador es inexistente y parece calculado, ya que le da pie a difundir la incomprensión de su trabajo.
Debido a su postura, se ha tenido que crear una Plataforma ciudadana para evitar el proyecto de San Bartolomé; no existen reuniones ni aportación de documentos que hasta el Ararteko le aconsejó que debía proporcionar, poniendo a la plataforma en la incómoda posición de tener que llevarle nuevamente ante los tribunales. Señor alcalde, basta ya de victimismo. Basta ya de descalificar al ciudadano comprometido. Lo que usted llama "Club del No" es, en realidad, un colectivo ciudadano responsable, activo y necesario para proteger a nuestra ciudad de decisiones caprichosas e ilegales. No es no, señor Goia, cuando se trata de irregularidades.