Tras encadenar cinco derrotas seguidas en Segunda División, la cuarta de ellas dejando escapar en El Molinón un 3-0 para acabar perdiendo por 3-4 ante el Albacete en una de las derrotas más sonrojantes de la historia del Sporting, la directiva del club de Gijón decidió destituir a Asier Garitano como entrenador el domingo por la noche. Lo hizo apenas unas horas después de perder en Castellón (3-1) y este lunes se despidió de los periodistas de una manera muy curiosa.

Renovación y destitución

El técnico guipuzcoano, que llegó al final de la pasada temporada para sustituir a Rubén Albés, logró salvar al equipo en una situación muy complicada, ya que bordeaba el descenso tras una racha terrible de una victoria en diecisiete partidos. Se ganó así una renovación automática, una vez certificó que el Sporting iba a seguir siendo uno de los únicos nueve equipos que nunca ha bajado del fútbol profesional (junto a Real Madrid, Barcelona, Athletic, Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla, Espanyol y Real Sociedad, todos menos el Sporting actualmente en Primera División).

Y la verdad es que esta temporada no pudo comenzar mejor, con tres victorias en las tres primeras jornadas. Pero una plantilla descompensada con un banquillo muy flojo, decisiones arbitrales polémicas y la sensación de que el equipo se hundía han provocado la destitución del entrenador de Bergara. Curiosamente, y aunque se le acusa de ser un técnico defensivo, se va sin firmar ningún empate tras dieciséis jornadas en total: ocho victorias y ocho derrotas.

Curiosa despedida

Este lunes acudía a las instalaciones de Mareo para recoger sus cosas y despedirse de jugadores y empleados y, como era previsible, le esperaban varios periodistas, que lo vieron salir con su coche y trataron de obtener sus primeras reacciones. Él amablemente se paró, bajó la ventanilla y, sonriente, dedicaba unas palabras: “Bueno, gente. Muchas gracias, ¿vale? Por todo”, comenzaba.

Entonces uno de los periodistas le preguntaba por su estado de ánimo tras la destitución: “¿Cómo te vas?”, quiso saber. Y parece que él se encontraba bien, porque respondió de forma literal: “En coche”. Después de la broma, y sin querer profundizar en el tema, se despedía en los mismos términos: “Venga, que vaya todo bien y muchas gracias por todo. Ya hablaremos”, decía antes de reemprender la marcha y salir de la ciudad deportiva.

El vídeo del momento se ha vuelto muy popular en las redes sociales. “Digno de Muchachada Nui”, escribía un usuario en la red social X.