Tener un cabello cuidado es importante para sentirnos seguros de nosotros mismos. El cabello, más que un rasgo estético, refleja el bienestar general y los hábitos de cuidado personal.

Sin embargo, muchas personas enfrentan el problema de tener un cabello fino o sin vida, que tiende a quebrarse y carecer de volumen.

Esto puede deberse a factores como la falta de hidratación, el uso excesivo de calor o una mala alimentación. Apostar por productos nutritivos, rutinas suaves y una buena hidratación ayuda a fortalecer la fibra capilar, aportando cuerpo, brillo y vitalidad para un aspecto más saludable y lleno de energía.

Más allá de los hábitos, también existen artículos que ayudan a mejorar el aspecto de nuestro pelo durante unas horas, como la espuma moldeadora de Lidl, que se ha convertido en un aliado imprescindible para quienes buscan un cabello con forma, brillo y movimiento natural. Su fórmula está pensada para nutrir y cuidar el cabello, aportando suavidad sin dejar sensación pegajosa ni residuos visibles.

Uno de sus principales beneficios es que facilita el peinado y el moldeado, tanto en cabello húmedo como seco, permitiendo crear peinados duraderos sin apelmazar. Además, deja una terminación brillante y saludable, ideal para quienes desean un acabado pulido sin sacrificar ligereza.

El modo de uso es sencillo, ya que basta con agitar bien el envase, colocarlo boca abajo y depositar la cantidad de espuma necesaria en la palma de la mano. Luego se aplica de manera uniforme sobre el cabello húmedo o seco. No necesita aclarado, por lo que es perfecta para el día a día. Finalmente, solo hay que peinar y moldear al gusto para disfrutar de un cabello flexible, con volumen y aspecto cuidado.

Importancia de la alimentación

La alimentación desempeña un papel fundamental en la salud del cabello. Un cabello fuerte, brillante y con vitalidad no solo depende de los productos que se apliquen externamente, sino también de los nutrientes que el cuerpo recibe desde el interior.

Una dieta equilibrada aporta las vitaminas, minerales y proteínas necesarias para fortalecer la fibra capilar, estimular el crecimiento y prevenir la caída.

Las proteínas, presentes en alimentos como el pescado, los huevos o las legumbres, son esenciales, ya que el cabello está compuesto principalmente de queratina, una proteína que le da estructura y resistencia. Los ácidos grasos omega-3, encontrados en el salmón, las nueces o el aguacate, ayudan a mantener el cuero cabelludo hidratado y reducen la sequedad. Asimismo, las vitaminas del grupo B, el hierro y el zinc contribuyen a evitar la fragilidad y la caída, promoviendo un crecimiento más saludable.

Una dieta rica en proteínas, hierro, zinc y vitaminas del grupo B favorece el crecimiento del cabello

Por el contrario, una dieta pobre en nutrientes puede traducirse en un cabello apagado, débil y sin vida.

Mantener una alimentación variada y rica en frutas, verduras y proteínas de calidad es la mejor forma de cuidar el cabello desde la raíz. En definitiva, una buena nutrición se refleja directamente en la belleza, fuerza y vitalidad del cabello.