La limpieza facial es una costumbre importante en el cuidado de la piel del rostro. Al margen de lo relacionado con la estética, la misma limpieza facial es clave para prevenir el envejecimiento prematuro o si se quiere tener el cutis en buen estado.
Cada día, la piel entra en contacto con muchos elementos como el sudor, el calor, el maquillaje, las células muertas...y se van acumulando con el paso de las horas; si no se hace nada al respecto, pueden acabar deteriorando su estado.
La ciencia detrás del agua y el jabón
Al contrario de lo que se piensa, asear el rostro no es ninguna moda y va mucho más allá de los mitos infundados en la sociedad. De hecho, tiene una explicación científica respaldada por muchos expertos en el ámbito del cuidado de la piel.
Según indican estudios y fuentes autorizadas, un cutis bien limpio se regenera con mayor facilidad, además de oxigenarse y asimilar tratamientos posteriores.
Y una de ellas, la dermatóloga Ana Molina, cuenta en un vídeo subido a sus redes sociales toda la verdad que hay en torno a este hábito tan común en nuestros días.
- Un paso muy importante
La limpieza facial es clave para acabar con los radicales libres que se generan. Es decir, moléculas que afectan al tejido celular y que están relacionadas con el envejecimiento.
También hay que tener en cuenta que una rutina de limpieza mejora la oxigenación y da, como resultado, una cara más brillante y firme. En palabras de la dermatóloga, “es como darle a tu piel un reseteo diario”.
- Desmontando mitos
Por otra parte, Ana Molina refuerza la importancia de la limpieza facial desmontando algunos mitos. Asegura que ciertas famosas presumen de no lavarse la cara por las mañanas, pero que los beneficios de hacer esto no tienen ninguna base científica.
Si bien es verdad que no hay que abusar de la limpieza porque daña la piel, se debe incluir en su cuidado: “No limpiarse es permitir que los tóxicos y la suciedad se acumulen, envejeciendo la piel antes de tiempo”.
Más allá de la limpieza: otras claves para una piel sana
Aunque la limpieza facial es importante, hay otros métodos para tener la piel sana y joven. Uno de ellos es el uso diario del protector solar en estas semanas de verano, incluso en aquellos nublados o con poca exposición solar.
Por no hablar de una buena hidratación. Beber varios litros de agua al día es fundamental para que la piel se mantenga en buen estado y más en los días de calor abrasador, cuando más tendemos a deshidratarnos.
El descanso es otro consejo importante porque favorece la regeneración de las células y hace que la piel luzca más tersa. Los especialistas señalan que dormir un mínimo de ocho horas diarias es muy efectivo para esto.
Por otra parte, seguir una alimentación equilibrada y dejar de lado el tabaco, el alcohol y otras drogas mantiene la piel libre del envejecimiento.