Donostia, como tantas otras, es una ciudad que envejece. En la actualidad viven en la capital de Gipuzkoa 189.865 personas, con 2,19 personas mayores de 65 años por cada persona menor de 15 años.

Así, no es de extrañar que la cifra de las personas mayores que viven en situación de soledad siga en aumento. Según los datos que baraja el Ayuntamiento de Donostia, 13.500 personas mayores de 65 años viven solas en la ciudad.

El alcalde, Jon Insausti, ha acudido esta mañana al club de jubilados Jatorra, del Centro. Es esta una instalación a la que acuden las personas mayores en situación de vulnerabilidad que hacen uso del servicio Goizaldiak.

"Mantener su autonomía"

Este servicio, además de en el Centro, se ofrece en los Hogares del Jubilado de Amara, Larratxo, Gros, Antiguo, Egia, Intxaurrondo y Bidebieta, y tiene como objetivo que las personas mayores “mantengan su autonomía y permanezcan en su entorno habitual”, a la par que se facilita su sociabilización. 

A lo largo del año que está a punto de acabar han sido 88 las personas mayores de 65 años en riesgo o situación de dependencia, mayores de 75 años con una dependencia no reconocida o leve pero en situación de fragilidad, y mayores de 65 años en riesgo de aislamiento, soledad, abandono o cuidado inadecuado, que han utilizado el servicio Goizaldiak.  

Durante su visita a Jatorrak, Insausti ha conocido de cerca las experiencias de estas personas. “Ha sido muy gratificante poder estar cerca de nuestras y nuestros mayores, escuchar sus inquietudes y necesidades, pero también sus ganas de seguir activos y de aportar a la sociedad”, ha declarado con posterioridad.

Más mujeres

Del total de personas mayores de 65 años que viven solas en sus domicilios donostiarras, el 74% son mujeres. El barrio en el que más personas se hallan en esta situación es el Centro, seguido por Amara Berri

En Donostia, tomando en cuenta todos los grupos de edades, son 26.942 las personas que viven solas.

Aunque esta soledad no es siempre no deseada, es importante valorar esta realidad, ya que a la soledad no deseada en el caso de las personas mayores se le suman otros factores, como el deterioro físico o cognitivo, lo que acrecenta su situación de vulnerabilidad. 

El Ayuntamiento de Donostia destinará más de 17 millones de euros a la atención de este colectivo en el presupuesto de 2026, parte de los cuales se reservarán a servicios y programas que buscan “que las y los donostiarras cuenten con todos los recursos necesarios para un envejecimiento pleno que les permita mantener su calidad de vida dentro de su entorno el mayor tiempo posible”.

Entre estos recursos se halla Goizaldiak, que ofrece a las personas mayores “una intervención socioeducativa y psicosocial” con actividades que favorecen las relaciones sociales y de integración, promoción de la salud física y cognitiva, etc. 

Tras acudir al Hogar del Jubilado del Centro el primer edil donostiarra ha reconocido que el de hoy “ha sido un importante ejercicio para reafirmar que Donostia va en la dirección correcta en sus políticas sociales, destinando recursos para proteger a sus ciudadanas y ciudadanos más frágiles y responder a sus demandas reales”.