La derrota como palanca. El entrenador del Irudek Bidasoa Irun, Álex Mozas, compareció tras la derrota in extremis ante el Flensburg (32-33) con una sensación que cabalgaba entre el orgullo, un punto de dolor, agradecimiento a Artaleku y la serenidad que le llevó a situar estas dos últimas derrotas, incluida la de Barcelona, en un camino a largo plazo.  

El técnico hizo una primera radiografía de ese vestuario que en cuatro días cedió contra dos de los mejores equipos del mundo, por nada: contra el Barça por dos goles y contra el Flensburg, por otro. “Somos muy competitivos y la gente en el vestuario no está valorando el partido que hemos hecho”, explicó Mozas, que vio a sus jugadores “valorando que no hemos podido sacar nada en positivo, un punto al menos que nos merecíamos yo creo”.

“A nivel balonmanístico, me atrevería a decir que hemos sido mejores”, se aventuró Mozas, que fue claro al reconocer que “errores individuales en momentos puntuales que son normales contra un equipo así” fueron la sentencia: “Tienes que hacer todo el rato un balonmano casi perfecto. Lo hemos hecho durante cincuenta y tantos minutos, pero al final no ha podido ser”.

El equipo aguantó el tipo casi todo el partido ante un equipo que acostumbra a desarbolar al rival a base de goles. “Eso me dice que somos un equipo competitivo, que somos un equipo con un trabajo defensivo muy bueno, con gente a nivel individual muy buena y que trabajamos los partidos muy bien”, respondió Mozas a la pregunta de los periodistas, que puso en valor llegar a ese nivel sea como sea: “Si podemos entrenar, bien; y si no podemos entrenar, como en este caso y es más con vídeo y con la aportación de los jugadores en las sesiones de vídeo, pues también bien”.

Camino a medio plazo

Mozas miraba al aún encendido videomarcador de Artaleku, con ese 32-33 final. “A ver si cambia”, bromeaba el técnico bidasotarra, que sereno, dejó una reflexión de mayor alcance. La que trasladó a sus jugadores en el centro de la pista al terminar el choque y antes de agradecer a la afición, que esperaba para tributar una última ovación de la noche: “Esto no es un partido, esto es un camino a medio plazo. No es un año tampoco, es un proyecto a medio plazo con un equipo que está intentando crecer en todo, sobre todo en lo deportivo. Después de partidos como este, como el del otro día, en Europa nos van a respetar mucho más”.

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El Irudek Bidasoa Irun roza la gesta europea ante el Flensburg alemán Javi Colmenero

Conexión con la afición

No dejó pasar por alto Mozas la conexión que se vivió en Artaleku entre una afición que volvía a su propio pasado con semejante partido. El técnico bidasotarra así lo leyó: “Artaleku, lo he dicho siempre, es de la Liga Asobal la cancha en la que más conocimiento del balonmano tiene la gente, porque han vivido mucho y han vivido momentos históricos”.

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“Evidentemente ahora no estamos en disposición de ser campeones de Europa otra vez o ganar títulos como hacían en aquella época, pero esta gente y mucha gente ha visto ese Bidasoa”, explicaba Mozas, que entendía al ver la reacción del público, que ya en el descanso ovacionó a los suyos de pie, los aficionados y aficionadas “se sienten orgullosos de ver cómo contra los mejores equipos del mundo nosotros volvemos a ser competitivos, volvemos a estar ahí”.

Ahora bien, Mozas no quiere distracciones, con un partido por delante del parón: “Ahora lo que tenemos que pensar obviamente es que nuestro pan de cada día es (la Liga), este sábado contra Guadalajara (Artaleku, 19:30 horas), hacer un buen partido y sacarlo adelante e irnos al parón yo creo que con un inicio de temporada, no sé la nota, pero alta”.