No es un día cualquiera en Artaleku, que hace años dejó de disputar ‘solo’ quince partidos oficiales por temporada. Las trayectorias europeas le permiten al Irudek Bidasoa Irun subir las comparecencias anuales en su feudo hasta 18, 20 o incluso 22. La de este martes, sin embargo, no es una más. Llega el histórico alemán que faltaba por comparecer en Irun: el eterno subcampeón de la Bundesliga, líder de su liga con siete victorias y dos empates, y vigente campeón de las dos últimas EHF European League. Visita Irun el Flensburg-Handewitt.
Con el nombre de estas dos localidades alemanas fronterizas con Dinamarca por bandera (entre ambas suman poco más de 100.000 habitantes), el equipo que entrena Ales Pajovic es uno de los grandes del balonmano alemán. Hoy no lo es para menos: con una plantilla plagada de estrellas, competiría a cara de perro en la Champions. Su quinto puesto en la pasada Bundesliga tras Füchse, Magdeburgo, Melsungen y Kiel, le condenó de nuevo a la EHF European League. Vuelve a ser uno de los grandes favoritos para ganarla.
Mucho dinero…
Su fortaleza reside en la pista, pero empieza fuera de ella. En su histórico Campushalle de Flensburg, se suelen dar cita 6.300 espectadores en cada partido de Liga. Más cuestan las noches europeas de entre semana: ni media entrada el pasado martes ante Saint-Raphaël Var.
De media cuenta con al menos 5.000 socios en su Infierno del Norte, su gran fortaleza junto a los patrocinadores: cuatro principales como la aseguradora GGW Group y Danfoss, otros seis lucen en la camiseta de juego (como la caja de ahorros Nord-Ostsee Sparkasse, Jysk y Hummel), nueve sponsors premium, seis exclusivos y así hasta 51 firmas colaboradoras a todos los niveles.
En total, el presupuesto de esta temporada supera los 10,04 millones de euros. Multiplica por cinco el de su rival de este martes.
…y mucho metal
De los 16 principales jugadores de una plantilla que con talento joven se alarga, 12 saben lo que es ganar una medalla en una de las tres grandes citas de selecciones: Juegos, Mundial o Europeo. Lidera ese medallero particular del Flensburg, que engrosan jugadores como el portero exbarcelonista Kevin Møller, Niclas Kirkeløkke o Lukas Jørgensen, el extremo danés Emil Jakobsen, con un oro y otra plata olímpicos; tres Mundiales y una plata en el Europeo.
Castiga al contraataque casi como ninguno: así ha anotado la cuarta parte de los 60 goles que lleva marcados en la Bundesliga (75% de acierto), solo superado por Mathias Gidsel. No es solo suya la responsabilidad goleadora de un conjunto que promedia casi 37 goles en sus 9 partidos domésticos: la jovencísima estrella Marko Grgic suma 48 de esos 330 goles, Simon Pytlick otros 45 y Lasse Möller, 41.
Cierra este top 5 de máximos anotadores el por ahora segundo mejor pivote de la Liga, Johannes Golla (que desde diciembre del año pasado suena su fichaje por el Melsungen de Balenciaga en 2026), con 36 tantos desde los seis metros, frente a los 51 de Jannik Kohlbacher.
Entre Grgic y Pytlick
Una de las grandes incorporaciones de este verano al equipo es Marko Grgic. A sus 21 años, fue la sensación de la pasada Bundesliga, en la que en las filas del Eisenach marcó 301 goles. El Hannover, trascendió, llegó a ofrecer 200.000 euros, incluso se especuló que le Barça podría llegar a los 400.000 euros por la nueva perla alemana. Acabó en Flensburg.
La llegada del joven internacional alemán, que vivió una batalla jurídica en torno a la interpretación de su último contrato, no tiene cifra pública oficial. Hay quien estima que supera los 500.000 euros después de que el Flensburg diera salida a Mensah Larsen al Skjern por 100.000 euros y Grgic, a quien parte de la prensa alemana ya bautiza como nuevo Gidsel, renunciara a parte de su salario para compensar parte de su libertad.
Recién cerrado este episodio, el Flensburg afronta otra gran batalla del mercado de fichajes. En este caso, con la posible salida de uno de sus grandísimos talentos: Simon Pytlick, que ya conoció Artaleku con el GOG.
El fichaje de su exentrenador y valedor en el equipo danés, Nicolej Krickau, por el Füchse Berlin ha disparado todas las alarmas: ¿se reencontrarán ellos dos y Mathias Gidsel en la capital alemana? Los primeros tambores de guerra ya suenan y la dirección del club norteño aclara que la cláusula de Pytlick entra en vigor en verano de 2027, que no existe ninguna para 2026.