La muy cuestionada decisión final de los árbitros Aleksandar Jovic y Nedim Arnautovic, con una pena máxima a favor del Limoges con el tiempo cubierto, cargó la noche del martes al Bidasoa de rabia y de obligaciones para las dos últimas jornadas de la Main Round. Con un partido menos, el escenario es similar —ha de lograr tres puntos más— pero ese siete metros final ha cambiado el decorado por completo: el Bidasoa debe derrotar al Limoges y al menos empatar en Lisboa para firmar la proeza de entrar directo en cuartos y ahorrarse una eliminatoria. 

Lo que parecía un paraíso inimaginable tras el empate de octubre en Irun ante Chrobry Glogow, se había convertido en una opción muy factible cuando Rodrigo Salinas marcó el 29-31 en Limoges. En esos siete minutos finales, sin embargo, todo estaba cambiando. Primero, los errores que llevaron al equipo guipuzcoano a encajar un fatídico parcial de 4-1 hasta el 31-31. 

Y el remate, el quinto gol que firmó el equipo que entrena Alberto Entrerríos con el reloj a cero. Una jugada que parte de una falta que comete fuera de los nueve metros Esteban Salinas a un Yusuf Faruk que en su carrera por zafarse de Salinas incurre en pasos.

Aun así, los colegiados optaron por indicar la línea de siete metros alegando invasión de los seis metros (¿de Gorka Nieto, en el exterior, en su intento de apartarse de la jugada? ¿del propio Salinas una vez superado por Faruk?) para jolgorio local, que se llevó una “inesperada victoria” como recoge la crónica de Le Populaire de Limoges.

Un desenlace sobre el que el propio director deportivo amarillo, Julen Aginagalde, fue a conversar con la pareja arbitral: si el Bidasoa al menos hubiera puntuado en Beaublanc, una hipotética victoria ante Limoges en Artaleku hubiera sido suficiente para evitar el play-off de finales de mes.

Ese final catapuló a parte de un público que había estado ausente mientras el Bidasoa firmaba una de sus mejores actuaciones a domicilio en Europa. Con el 32-31, algún elemento del público que se sentaba en los palcos privados a pie de pista tras los banquillos consideró que lo mejor que podía hacer en ese momento era encararse con algunos jugadores guipuzcoanos. El experimentado director deportivo intervino de raíz para que nada fuera a mayores.

A diferencia de otros viajes del Bidasoa a Francia, conviene reseñar el exquisito trato que dispensó en todo momento el Limoges al Bidasoa y al cerca de medio centenar de aficionados que se dieron cita en Beaublanc. Los seguidores pudieron quedarse tras el partido en los bares del vetusto pabellón tomando viandas.

“Merecemos un poco más de respeto”

En esos instantes pero en las entrañas del vetusto pabellón en el que el Limoges de baloncesto holló la gloria entre los 90 y los 2000, el técnico del Bidasoa, Álex Mozas, comparecía con un sentimiento agridulce en el que pesaba lo agrio. Muy agrio.

Una segunda derrota consecutiva por detalles finales como el sábado en el Palau ante un rival en teoría superior escoció. Más si se dio de la forma en que se dio: “No somos un club ni jugadores cualquiera: merecemos un poco más de respeto”.

“Si nos centramos en el global del partido, hemos sido muchísimo mejores y hemos estado por delante a pesar de los condicionantes durante el partido, que se han visto reflejados en esa última acción que nos hace perder un punto aquí como pasó en Barcelona”, resumió Mozas un choque que arrancó muy de cara: “El inicio del partido ha sido muy bueno”. 

“Llevamos dos o tres semanas jugando contra equipos superiores sobre el papel: en número, dinero, en recursos… en todo, y hemos sido mejores que ellos, lo que habla muy bien de los jugadores, del trabajo que están haciendo, de cómo creen en el juego, en lo que hacemos, y hoy ha sido un día más, un partido más en el que hemos sido mejores”, declaró el técnico madrileño, que alabó tanto la tarea defensiva (“salvo el trabajo con el pivote que nos ha costado mucho defender, porque son gente de mucho tamaño y nos ha costado un poco en la primera parte sobre todo”) y la labor ofensiva: “Todo lo hemos hecho bien y en ataque, muy eficaces, con pocas pérdidas y han tenido que hacernos perder. Con el juego no han podido hacernos perder y han tenido que hacernos perder de otra manera”.

El equipo afronta un duelo muy importante este viernes en Huesca en el regreso a la Liga, pero aun así, Mozas quiso dejar un último mensaje antes de cerrar la carpeta europea hasta el martes, cuando el Bidasoa recibirá al Limoges: “Hemos sido superiores y mejores, nos merecíamos algo más. Espero que la gente haya visto lo que ha pasado y Artaleku sea una caldera para que ganemos, recuperemos la diferencia de goles y nos devuelvan lo que nos han quitado aquí”.

“No nos tenemos que conformar con esto”

En la línea del entrenador, el capitán bidasotarra, Gorka Nieto, compareció tras Mozas para tratar de poner la vista en el futuro: “En frío veremos el partido y veremos que hemos hecho muchas cosas bien, pero tenemos que conseguir cerrar los partidos. Hacer 55 minutos buenos de balonmano y hacer 5 malos nos puede costar puntos muy importantes, y tenemos que cerrar los partidos, que nos está costando”.

Lamentó que “se repite un poco la historia. El equipo ha estado muy bien, porque hemos llevado el partido adonde queríamos, el juego que queríamos, y sí es verdad que no nos tenemos que conformar con esto. Queremos ganar: aunque hagamos un buen juego y las sensaciones sean buenas, no nos sirve perder de uno. No nos podemos ir con una derrota cuando teníamos el partido controlado y encaminado”.

“El juego ha sido muy bueno y tenemos que quedarnos con eso, obviamente”, dijo el pequeño de los Nieto, que reconoció que “quizá” al equipo le faltó “un puntito de calma, de saber estar en las últimas acciones para controlarlas mejor. Ese error ha sido nuestro”.

Disputada la mitad de la Main Round, ¿cómo quedarían las eliminatorias?

Clasificados a cuartos: Montpellier, Bidasoa, Melsungen y Flensburg-Handewitt.

Play-off de acceso a cuartos

  • Porto vs. Toulouse; el ganador, contra Montpellier, con la vuelta en casa de estos.
  • Kriens Luzern vs. Limoges; el ganador, contra Melsungen con la vuelta en Alemania.
  • Benfica vs. GOG; el ganador, contra Flensburg, con la vuelta en Alemania.
  • Gummersbach vs. THW Kiel; el ganador, contra el Bidasoa (vuelta en Artaleku).

Eliminados: Granollers, Ystads, Vojvodina y Tatabanya.

“Irun es un equipo que no conocemos y nos ha sorprendido”

Después la sala de prensa del Beaublanc acogió al técnico local, Alberto Entrerríos, visiblemente satisfecho después de ver a su equipo sufrir lo indecible durante casi todo “un partido muy difícil”, incapaz de encontrar soluciones.

Irun (sic) nos ha puesto muchos problemas en defensa con esa movilidad y esa fluidez de la circulación del balón, con un pivote con mucha experiencia y que domina muchísimo los espacios entre líneas…”, valoró Entrerríos, que lamentó cómo “cada vez conseguíamos ganar los uno contra uno en defensa, en las continuidades teníamos algún despiste y encontraban un pase a Esteban Salinas o un uno contra uno de Gorka Nieto, con golpes francos, etc.”.

Entrerríos, que jugó su primer partido en casa en Asobal en un Naranco-Bidasoa (1997/1998), aseguró que “han sido muchas situaciones donde Irun (sic) es un equipo que no conocemos y nos han sorprendido”. 

Nosotros podemos conocerlos, porque hace años que los miramos, pero no es lo mismo que jugar entre nosotros”, matizó el conocimiento que puede tener un cuerpo técnico del que también forma parte el exbidasotarra José Manuel Sierra, a diferencia de la mayoría de sus balonmanistas.

A su entender, consideró que “a ellos también les hemos podido sorprender con algunas acciones un poco especiales y para el próximo partido habrá menos factor sorpresa”.

En una entrevista con ETB en diciembre con motivo de un reportaje al oriotarra Jon Azkue, Entrerríos reconoció que el Bidasoa era “un equipo que contabas que estuviera ahí, pero (que pasara de fase con) cuatro puntos es una sorpresa, realmente un paso importante".

Cuestionado cómo ve la Main Round a la luz de esa reflexión, el técnico del Limoges ve “la ocasión la semana que viene de ganar en Irun y terminar primeros de grupo. Si no es el caso, habrá que esperar al partido de Benfica e Irun. Está muy equilibrado”. 

“No me sorprende porque conozco el equipo de Irun, que lleva desde hace años jugando a un gran nivel. Me da la impresión de que no pueden hacer más con el equipo que tienen”, profundizó en la reflexión, que concretó en que “es un equipo lleno de buenos jugadores, pero no es un equipo de nivel altísimo, internacional o de estrellas. Es un equipo que juega francamente bien, con jugadores que se conocen desde hace años y difícilmente pueden hacer más”.