Al Bidasoa le han quitado esta noche en Limoges con el tiempo finalizado un punto en un partido que no ha acertado a ganar (32-31). Como ya pasó en el Palau tres días antes, al conjunto guipuzcoano se le ha ido de las manos un choque que hubiera supuesto una campanada en toda regla y, en cuanto a la clasificación europea, un paso de gigante para lograr los cuartos de final de manera directa.

Como si fuera la tercera parte del partido del Palau, el Bidasoa Irun cosió una soberbia primera parte que tendría su réplica en gran parte de la segunda. Pese a unos contados errores, que daban el aire que necesitaba el poderoso equipo local para, mediante embestidas, empatar. Nada más en el primer acto, porque salvo, las dos primeras ventajas iniciales, obras de Yehia El-Deraa (vinculado con el Barça) y Nicolas Nieto desde una zona de pivote de la que Limoges intentaba respirar, el cuadro que entrena Alberto Entrerríos no tomó ninguna delantera en el marcador. Significativo.

Lo hizo el Bidasoa, que se asentó con rapidez con una defensa formada por Francisco da Silva y Jevtic en el eje y con Leo Maciel en la portería, que rondaría el 30% de eficacia en el entreacto. Pero más allá de ese número general, su parada a un siete metros en un momento en el que los suyos jugaban con dos jugadores menos (excluidos el serbio y Esteban Salinas) y otra nada más iniciarse otra inferioridad resultaron claves para que el equipo de Álex Mozas mantuviera su traje de gala impecable. Casi sin rasguños.

En ataque, la escuadra amarilla arrancó como había anunciado su técnico: con el objetivo de correr lo necesario para no cometer errores ante una defensa que se presagiaba contundente y móvil, tratando de responder a los desafíos de un equipo Asobal. Dicho y hecho: hasta el minuto 12, el equipo guipuzcoano no había perdido un balón y había dispuesto, como ya pasó en el Palau, de irse 3-6.

Solventes hasta el último parcial

Un arranque de la reanudación yermo en ataque fue la primera amenaza que tuvo que afrontar la escuadra irundarra, que se deshizo del empate a 17 que establecieron los lemosinos con dos goles consecutivos de un Boskos que sería de los que más lamentaría el final.

El bloque de Alberto Entrerríos, que seguía sin acertar con la fórmula ante un equipo que fue superior, aceleró su juego de ataque al filo del minuto 40, con el objetivo de que pasaran cosas gracias a una primera línea formada por el oriotarra Jon Azkue, El-Deraa e Ivic. Nones.

Tras un primer arreón, jugadas como el fly entre Pacheco y Gey-Emparan volvían a restablecer los dos goles de ventaja, que Cavero desde los siete metros pondría para el 23-26 y el 26-29, con el 24-27 de un estelar Esteban Salinas. Tiros sencillos, de los que desde el pupitre no hay que fallar, pero balones que en esos momentos de partido arden. Todo salía según el plan trazado.

Nubes y tormenta

Perder 1-0 la superioridad de la que contó el equipo por la exclusión de Ivic a punto de llegar al último parcial fue uno de los primeros síntomas de que la soberana solvencia que había mostrado hasta entonces había empezado a menguar.

Aun así, una aparición más que oportuna de Rodrigo Salinas en su faceta goleadora aguantó al Bidasoa con dos goles de ventaja para la recta final (29-31, minuto 55) en un pabellón que, hasta entonces apagado, se encendió.

Ficha técnica

32- LIMOGES (15+17) Slavic, Gauthier (porteros), Thuillier, Azkue (1), Turchenko (2), Nicolas Nieto (4), Faruk Yusuf (4), Comte, El Deraa (4, 1p), Guillaume (2), Hrstic (2), Ivic (2), Kusan (4), Monteiro, Ogando (7, 5p), Petit.

31- BIDASOA IRUN (17+14) Leo Maciel, Faílde (porteros); Cavero (5, 4p), Esteban Salinas (7), Rodrigo Salinas (2), Asier Nieto (1), Dariel García (1), Matheus da Silva, Gorka Nieto (3), Zabala (1), Jevtic (1), Gey-Emparan (1), Mujika (1), Asier Nieto (1), Pedro Pacheco (3), Boskos (4).

Parciales 2-2, 4-5, 7-8, 10-11, 13-14, 15-17 –descanso– 18-19, 20-22, 23-25, 26-29, 29-30, 32-31.

Árbitros Aleksandar Jovic y Nedim Arnautovic (Bosnia y Herzegovina); y Peter Dvorský (Eslovaquia) como delegado de la EHF. Por parte de Limoges, excluyeron a Petit (21’17, 28’04), Faruk (42’00), Ivic (53’16). Por parte del Bidasoa, a Jevtic (17’33, 25’59), Esteban Salinas (18’38), Mujika (27’00) y Francisco da Silva (30’46).

Incidencias Segundo encuentro de la fase de acceso a los cuartos de final de la European League, disputado en el Palacio de Deportes de Beaublanc de la ciudad francesa de Limoges ante unos 4.500 aficionados, medio centenar aficionados del Bidasoa.

Esos últimos cinco minutos en los que entre pérdidas y errores propios, y alguna decisión arbitral de las que habrá que ver en Artaleku (sin ir más lejos, el último siete metros que con el tiempo finalizado ha transformado Ogando para el definitivo 32-31), deshicieron a un Bidasoa que tuvo contra las cuerdas al cuarto presupuesto de la liga francesa y que goleó al Benfica en el pasado mes de diciembre en el mismo escenario.

En el otro duelo de la segunda jornada, el Benfica superó al Ystads en Lisboa (36-31). De esta manera, el próximo martes, los cuatro equipos se enfrentarán al mismo rival, pero en campo contrario. Artaleku tiene la palabra. Antes, el Bidasoa afrontará este viernes (20.30 horas) la importante visita liguera a Huesca.