El Bidasoa Irun afronta la fase final de la Copa del Rey “con ilusión” pero con los deberes hechos. Logrado el subcampeonato de la Liga Asobal, que además del valor que tiene en sí guarda un gran premio como es el acceso directo a la fase de grupos de la EHF European League, el equipo guipuzcoano viaja a Jaén “sin la presión extra” de tener que lograr el billete continental, como ha reconocido en su última comparecencia en Artaleku el entrenador, Jacobo Cuétara, pero con ganas de poner el mejor broche a la temporada.
Aun así, ni la situación física de algunos balonmanistas ni la forma en la que llega el equipo, sobre todo sus actuaciones a domicilio, son las mejores para afrontar una cita como la Copa. “No llegamos en buen momento. Así lo muestran los resultados”, ha reconocido Cuétara, que invita a la esperanza recordando que este tipo de competiciones “no suelen tener pasado, sino solo futuro. Así tenemos que ir”.
La plantilla bidasotarra se desplazará a Jaén a primera hora del jueves “sin la presión extra” de tener que lograr la plaza europea, pero consciente de que el primer partido es el todo o la nada (viernes, 15:45 horas). “Hay que hacer un buen partido, tenemos que estar centrados en nuestro juego”, ha avisado el entrenador riosellano, que ha anticipado cómo “los primeros partidos de este tipo de fases suelen ser partidos nerviosos, extraños, y tenemos que estar centrados en un buen juego y estar sólidos los 60 minutos, que nos está costando bastante”.
“Nosotros tenemos la plaza europea del subcampeón de Liga, que es la más importante (porque es la única que en principio clasifica a la fase de grupos de manera directa), y vamos con ilusión y centrados en el primer partido”, ha delimitado el técnico bidasotarra, antes de insistir en que la Copa “es una competición que solo tiene futuro, pero para eso hay que ganar el primer partido”.
Se trata de una competición especial y más aún para el entrenador asturiano, que afronta su última cita oficial en el banquillo bidasotarra después de ocho años. También la última rueda de prensa en Artaleku, que ha aprovechado para “dar las gracias a todo el mundo”; en especial, por el contexto de la cita, a los profesionales de la Comunicación, a quienes ha asegurado que “ha sido un placer trabajar con todos los medios”.
Caserío de Ciudad Real: “Temporada excepcional”
En la faceta deportiva, al Bidasoa enfrente le espera el Caserío de Ciudad Real, un equipo que milita en la División de Honor Plata y que es el primero en la historia en clasificarse a la Fase Final de una Copa del Rey sin ser el anfitrión. “No ha conseguido el ascenso y es verdad que en este último tramo ha rendido peor que el resto, que ha hecho una temporada excepcional”, ha reconocido Cuétara, que ha explicado cómo “en la Copa ha tumbado a tres equipos de Asobal. Hacerlo con uno puede ser coincidencia, pero hacerlo con tres no lo es”.
Sobre las características de juego, ve a un rival que “juega bien, con desparpajo. Es un equipo dinámico, con mucha frescura, que genera bastantes errores en el rival, corre al contraataque, con mucho peligro en el pivote, que ha sido de los tres mejores de Plata. Mezcla juventud con desparpajo y gente veterana como Ángel Pérez, que lleva el timón del juego. Un cóctel que les ha hecho estar arriba durante toda la temporada”.
Avisados del “peligro”
Ante una gran cita, el jugador que ha acompañado a Cuétara ante la prensa ha sido el capitán, Gorka Nieto, que ha reconocido que pese a ir con los deberes hechos, el equipo “está ilusionado” con la cita de Jaén.
Aun así, el de Etxebarri avisa que “el Caserío es un equipo peligroso, que juega bien y que en Copa ha demostrado que ha eliminado a tres equipos de Asobal, por lo que el equipo tiene que estar concentrado, con ganas de jugar y sin presión. Es un fin de semana para disfrutar y terminar bien la temporada”.
No hay más partido que el primero, coincide con Cuétara, y añade que mantener los nervios a raya será una de las claves del choque: “El primer partido de estas competiciones suele ser extraño, con muchos fallos, y con su tipo de defensa es posible perder balones, pero debemos estar tranquilos para dar nuestro nivel”.
Duelo inédito
Fundado en verano de 2011 en plena época de cambios del balonmano de Ciudad Real, con el traslado del club emblemático liderado por Domingo Díaz de Mera rumbo a Madrid (el Atlético recuperó su histórica sección de balonmano gracias al traslado), el Caserío ascendió a Plata en primavera de 2022, con lo que esta ha sido su segunda temporada en la segunda categoría estatal.
Con el caserío en el nombre en homenaje al histórico Vigón, el equipo que dirige Santi Urdiales terminó cuarto la Liga regular, lo que le permitió clasificarse a la Fase de Ascenso disputada el pasado fin de semana en Burgos. Fue derrotado en las semifinales (20-21) por Villa de Aranda, que ha logrado ascender a Asobal.
En su camino hacia Jaén, el equipo manchego ha superado tres fases de la Copa, contra otros tantos rivales de Asobal: Sinfín (15º clasificado), Atlético Valladolid (7º) y Puente Genil (12º), que fue una de las citas disputadas en Quijote Arena ante más de 3.000 personas.
El ganador del partido entre el Bidasoa y el Caserío se enfrentará al vencedor del Barça-Cangas; mientras que en el otro lado del cuadro, Granollers-Logroño y Cuenca-Torrelavega pugnan por el otro billete de la final.
Incógnita de las gradas
Se espera que la cercanía de las capitales manchega y jiennense, y las jornadas festivas de Ciudad Real este jueves y viernes animen a centenares de seguidores del Caserío a recorrer la hora y media de trayecto hasta Jaén.
Puede ser una de las aficiones más numerosas habida cuenta de que el propio formato de la Copa ayuda poco a generar ilusión entre las distintas hinchadas. El presumible dominio del Barça —que ve en la Copa la mejor preparación posible a la Final 4 de la Champions de la siguiente semana— y que la mayoría de equipos llega a la cita con el depósito en reserva restan importancia a una cita que en otros países, que apuestan por formatos más reducidos en sede neutral (o final a cuatro o solo la final), luce más.
En esta edición, además, se une la dificultad de muchos aficionados de encontrar alojamiento en la capital jiennense —misión harto difícil— y la gestión que la propia Federación ha hecho de las entradas, ofreciendo descuentos de después de que seguidores por cuenta propia y peñas de equipos habían comprado sus billetes, lo que en las jornadas previas ha provocado más enfado que alegría e ilusión.