El Super Amara Bera Bera ha superado al Atlético Guardés en las semifinales (25-23) y luchará este domingo, a partir de las 19.00 horas, por el título de la Copa de la Reina. Su rival será el Granollers, que en la otra semifinal ha dado la sorpresa y ha apeado (27-20) al anfitrión, el Málaga.

Tras un arrollador y por momentos plácido estreno ante el Elche en los cuartos de final, el equipo entrenado por Imanol Álvarez ha conocido la cara habitual de este tipo de torneos, la del sufrimiento, la tensión y el marcador incierto. La Copa es así. Dura, exigente y abierta a lo inesperado. Que se lo digan al Málaga, que defendía título y era el otro gran favorito al título, pero que se ha quedado fuera antes de tiempo. Como el Bera Bera el año pasado. Pero ahora el conjunto donostiarra ha regresado a una final, después de tres años de sequía. Primer objetivo conseguido. Pero no se conformará con eso. Irá a por la séptima Copa de su palmarés. Argumentos tiene para ello. A todas sus cualidades ya conocidas ha añadido una importante capacidad de sufrimiento.

Y eso que el partido ante el Guardés ha empezado de maravilla, con un Bera Bera muy fuerte en defensa y que ha imprimido un ritmo altísimo al choque, lo que le ha permitido abrir un hueco de seis goles (10-4), con la anotación muy repartida. Pero el cuadro gallego se ha asentado, ha cerrado la zona central de su defensa y ha hecho un parcial de 0-4 que ha dejado el marcador en 10-8.

A partir de ahí, el partido se ha movido en márgenes muy estrechos. Ha entrado en un intercambio de golpes. Cada defensa en las dos áreas era a muerte y a los ataques les ha costado imponerse. El Bera Bera no ha estado cómodo y ha vivido a base de arreones. Primero de Karsten, luego de Silva, que ha parado dos penaltis importantísimos, y por último de Arcos, que ha estado bastante apagada pero ha aparecido al final para anotar tres tantos casi seguidos que han amarrado el triunfo.

Ha habido que sufrir lo indecible, superar momentos de ofuscación en ataque y aguantar las acometidas de un Guardés que ha ido de menos a más, ha tenido opciones incluso de empatar el marcador y se ha convertido en un rival muy peligroso. Pero el Bera Bera ha superado el obstáculo en el que se cayó el año pasado y está de nuevo en la final, donde parte como favorito frente al Granollers. Lo que, en realidad, no quiere decir nada. Más significativo es que en estos dos partidos en Málaga ha mostrado multitud de recursos y mucho carácter. Este equipo quiere recuperar su trono en la Copa. Le queda solo un paso.