No hubo ni el menor atisbo de sorpresa en Artaleku. Los puntos se quedaron en casa con poco sufrimiento, gracias a una actuación coral con muchos solistas destacados que rozaron los cuarenta goles (39-25). Al entrenador del Bidasoa, Jacobo Cuétara, le gusta decir en ruedas de prensa, y se supone que también en el vestuario, que después de una gran victoria llega una gran derrota. Es previsible que trate de que sus jugadores no pierdan el nivel de concentración exigido y afronten el siguiente encuentro con las mayores garantías competitivas. Después del logro europeo ante el Kolstad, llegó a Artaleku el Civitas Gudalajara. Partido que se denomina trampa, porque los alcarreños no habían ganado a nadie hasta el pasado fin de semana, cuando doblegaron a un equipo como el Puente Genil que nunca da facilidades.

En teoría, el Bidasoa era el favorito y en la práctica, también. Artaleku pasó una tarde muy agradable porque su equipo brindó una actuación de muy alto nivel, desarbolando a un contrincante que se encontró de frente con un vendaval y chocó con una actuación estelar del meta polaco “Kuba” Skrzyniarz. Desde la portería se fraguó un partido primoroso que concluyó con catorce tantos de diferencia (39-25), lo que confirma el modo con el que los amarillos afrontaron el encuentro. Lejos de llevarse por la holgura del resultado durante todo el segundo periodo, los jóvenes asumieron el rol hasta el pitido final.

La cita de Trondheim no le pasó factura, pero poco a poco, Jacobo Cuétara fue sentando a los más exigidos aquel día, para otorgar minutos a Urruzola, Asier Iribar, Julen Mujika y Gorka Nieto. Los aprovecharon de lo lindo, cada uno en su papel. También dispuso de oportunidades en el equipo alcarreño el tolosarra Haitz Gorostidi, autor de tres de los tantos de su equipo. El juego de control del Civitas Guadalajara les sirvió de poco. Se encontraron con pocas fisuras en el muro local, donde Tesoriere, Matheus y compañía no dejaron muchos resquicios. Buen papel en las dos áreas y acierto en los lanzamientos sumando diez goles entre ambos. 

Los primeros minutos fueron de tanteo, incluso con ventajas forasteras (2-4) pero, en cuanto la máquina comenzó a carburar, las opciones del Guadalajara se disiparon pese al buen juego de Silva y Tito Díaz. Un estupendo remate de Mikel Zabala, a los ocho minutos de juego, puso por delante a los suyos por primera vez. A partir de ese momento, el choque siguió un camino del que no se salió un ápice. Cavero no fallaba ni un penalti, los extremos, prácticamente ninguna finalización, los pivotes abrían los huecos para que entraran hasta la cocina los Azkue, Nieto, Salinas y la joven guardia. Todos protagonizaron un partido espléndido, por lo que es fácil de entender que la afición recibiera a su equipo con una sonora ovación por la clasificación europea y le despidiera del mismo modo. No era para menos.

DATOS DEL PARTIDO:

Bidasoa Irun 39

Guadalajara 25

BIDASOA IRUN Skrzyniarz (Harbaoui), Cavero (5, 3p), Mikel Zabala (4), Rodrigo Salinas (5). Asier Nieto (5), Tesoriere, Matheus da Silva –equipo inicial– Ugarte (1), Julen Aginagalde (1), Jon Azkue (4) Julen Mujika (5), Asier Iribar (2), Gorka Nieto (4, 3p), Dariel García (3) y Julen Urruzola.

CIVITAS GUADALAJARA Dani Santamaría (Marco Krimer); Lombardi (2), Catalina (2), Romanillos (2), Fabio Chuffa (2), Francisco Silva (3), Tito Díaz (3, 1p) –equipo inicial– Haitz Gorostidi (4), A, Serradilla (3), Marcos Dorado (1), José Luis Román (3), Charly Pérez, M. Llorens.

Marcador cada cinco minutos 3-4, 7-5, 10-7, 13-10, 15-11, 18-13 (descanso), 23-15, 26-18, 29-18, 32-21, 35-24, 39-25. 

Árbitros Rosendo López (comité gallego) y Friera Cavada (comité asturiano). Excluyeron a Tesoriere por un cambio mal hecho y a los visitantes Tito Diaz y Francisco Silva.

Incidencias Polideportivo Artaleku, ante 1.465 espectadores.