Iulene Olabarria ha vivido en primera persona buena parte de la historia del IDK Euskotren. En 2007 y 2013 fue protagonista de los ascensos primero a la Liga Femenina 2 y luego a la Liga Femenina. Jugó una Copa de la Reina, la de 2019 en Vitoria, y contribuyó al crecimiento y la consolidación del club en la elite. Lo único que le faltó fue debutar en Europa, algo que no podrá experimentar desde la cancha, aunque lo hará desde muy cerca, ya que tras su retirada en 2019 siguió trabajando en el club. Su relevo en la cancha lo tomará Ane Esnal, la única guipuzcoana de la actual plantilla, que a sus 21 años entra con cierta asiduidad en las rotaciones y que ya puso su primera pica en la Eurocup al disputar cinco minutos el pasado jueves en Lyon. Ambas charlan con este periódico de la evolución del club y de lo que supone la aventura continental en vísperas de estrenarse en el Gasca, mañana contra el Zabiny Brno.

“Son nuevos retos. Para muchas de nosotras era la primer vez en una competición europea, y eso trae algunos nervios, pero más ganas de trabajar y sobre todo ilusión”, dice Ane Esnal resumiendo el sentir de toda la plantilla. El estreno fue a lo grande con la visita a uno de los equipos más fuertes de la Eurocup, el Asvel Lyon, cuyo dueño es el mítico exjugador Tony Parker. “Cuando estábamos calentando le vimos entrar y se quedó a ver todo el partido. Una pasada”, comenta la guipuzcoana, encantada también con el “ambiente” que se vivió en la cancha francesa: “El pabellón se llenó, había gente antes del partido pidiéndonos autógrafos y fotos, la presentación, los espectáculos en los tiempos muertos... es muy distinto a lo que estamos acostumbradas en la Liga Femenina”.

Pese a la derrota por 76-64, el IDK salió satisfecho de la primera parada de la Eurocup, señala Esnal: “Hemos hablado entre nosotras de que dimos muy buena imagen, ellas tienen un equipo con jugadoras muy top y supimos mantenerlas en todo momento. Incluso con la lesión deCoulibaly no nos afectó y seguimos peleando hasta el final”.

IULENE, EN LA OFICINA

Iulene Olabarria siguió el partido de Lyon por el canal de Youtube de la FIBA. “Sabíamos que el primer partido era casi imposible, ellas tienen una plantilla con internacionales, pero contra el Zabiny y el BLMA, los otros dos rivales del grupo, nos vemos con opciones de sumar alguna victoria. También parecía imposible ganar al Perfumerías Avenida y lo hicimos hace unos días”, indica la exjugadora, que comparte esa “ilusión” de la plantilla: “Otros años el club ha tenido que renunciar y ahora queremos aprovecharlo. El equipo lo va a pelear a tope”.

Hace tres años que Olabarria colgó las botas y asegura no echar de menos el gusanillo de la competición, aunque reconoce que le da “un poco de rabia” no haber podido jugar la Eurocup por motivos económicos cuando el club se lo ganó en la cancha. “Pero eso también quiere decir que el club va creciendo y logrando más dinero”, señala la donostiarra, que está orgullosa de su trayectoria: “Pienso que también he contribuido un poco a que llegue aquí el equipo. Han sido muchos años jugando, con otras compañeras que han estado aquí conmigo. Me acuerdo de las fases de ascenso. El club ha ido poco a poco creciendo, sin prisa. Otros quieren llegar muy rápido y eso no funciona”.

Olabarria está ahora en las oficinas del Gasca: “Hago un poco de todo. La gestión del día a día y también el diseño gráfico y la cartelería de las redes sociales del club”. En los partidos se le puede ver al lado de Azu Muguruza en el banquillo, haciendo la labor de traductora con las jugadoras extranjeras, pero asegura que ser entrenadora no le llama.

ANE, DE ESPECTADORA A JUGADORA

Olabarria, junto a Onintza Aduriz o Lara González, por citar algunas de las guipuzcoanas que han construido la historia de este club, es la “referencia” en la que se fijaba Ane Esnal (21 años) cuando era pequeña. “La primera vez que fui al Gasca tendría 13 años o así. Me acuerdo un partido contra el Avenida en el que Iulene metió un triple desde la esquina, se me quedó esa jugada grabada. Pensé: Ojalá llegue algún día ahí. Para mí Iulene y las otras jugadoras de casa eran las referentes. También me fijaba mucho en Arantxa Novo, que es casi como de aquí y jugaba de base”. Lo cierto es que la donostiarra no tardó mucho en unirse a sus ídolas, porque hace cinco años ya empezó a entrenar con ellas, y esta es su tercera campaña como integrante de la primera plantilla. Desde dentro ha percibido que los “valores” del club son “el trabajo, la humildad y tratar de superarse cada día”. Unos valores “con los que solo pueden llegar cosas buenas”, asegura.

En las dos temporadas anteriores, Esnal jugó poco, pero este curso está entrando con más asiduidad en los planes de Azu. Debutó en la Eurocup y en la Liga Femenina ha disputado tres de los cinco partidos (en otro estaba lesionada). La clave ha sido “aprovechar los veranos para mejorar tanto física como técnicamente”: “Sé que es un proceso largo y que es difícil jugar, pero estoy en ello y me veo bien”. Ella se ha quedado como única guipuzcoana de la plantilla. “Ha habido años que hemos estado varias, pero a veces hay remesas de jugadoras de casa y otras es más difícil. Estamos trabajando desde el club para que lleguen más”.

CONTRA EL ZABINY, A LAS 20.00 HORAS

A las 20.00 horas. Será un día histórico, ya que mañana miércoles el IDK Euskotren jugará su primer partido como local en la Eurocup. Ane Esnal quiere que haya “un ambientazo” en el Gasca: “Estaría guay vivir lo mismo que vivimos en Lyon, con mucha gente en la grada y todo el rato animando. Espero que la gente venga y disfrute de lo que es la Eurocup”. El rival es el Zabiny Brno de la República Checa, que en la primera jornada perdió contra el BLMA francés después de dos prórrogas: “Vimos el partido. El Zabiny es un equipo en principio más flojo que el Asvel, pero su nivel también es muy alto”. El equipo quiere un gran triunfo: “Vamos a ir a ganar”.