donostia. Jimmy Baron Jr. solo conoce una receta cuando las cosas le vienen mal dadas, trabajar más, algo que ya ha aplicado anteriormente en su trayectoria como jugador y que está poniendo en práctica ahora, cuando su inicio de temporada no está siendo el deseado.
El sábado por la noche, tras el encuentro contra el Unicaja que acabó en derrota, y después de darse una ducha, Baron cogió dos balones y entró de nuevo en la cancha a practicar el tiro mientras los operarios hacían su trabajo. El escolta hizo una larga sesión en la que lanzó varios centenares de tiros.
Lo cierto es que Baron está inusualmente desacertado en este inicio liguero y en los tres primeros encuentros ha acreditado un 5/26 en triples, porcentaje muy bajo para el 45% que rondó toda la pasada campaña desde 6,75. Contra el Obradoiro hizo 1/6 y ante el Valladolid y el Unicaja, 2/10. Además, contra el conjunto malagueño erró un triple que habría forzado la prórroga y dos días antes, en el Pisuerga, falló un tiro libre que seguramente habría dado la victoria al Lagun Aro. También desde 4,60 ha disminuido su acierto, ya que esta temporada lleva un 8/11 desde la línea de personal, donde el año pasado marcó un récord histórico: 70/71.
Pese a que el tiro es y seguirá siendo su fuerte, Baron está intentando penetrar más, lo que se traduce en recibir más faltas personales (3,3 por partido), y trata de ayudar más en el rebote (dos por encuentro). La confianza de Sito en Baron sigue intacta. Además de decir de él que es "el mejor tirador de la competición", le ha hecho jugar una media de 31 minutos por encuentro.