Siguen saliendo casos de La estafa del hombre del medio que, al parecer, no atiende al tamaño de la empresa ni al montante con el que los delincuentes se hacen mediante el método de alterar el número de cuenta de ingreso de una factura enviada por correo electrónico.

Y es que, además, aunque las víctimas de esta estafa hayan comenzado a denunciarlo públicamente de forma reciente situaciones idénticas de vienen viviendo ya desde hace tiempo. Es el caso de Javier García Ruiz, que denunció ante la Ertzaintza el robo de 2.000 euros por este método a fecha 21 de enero de 2021.

"Aunque el importe no sea tan alto comparto la impotencia que afirman sentir otras víctimas de esta estafa", apunta el titular de Lacados y barnizados Siris, también con sede el Polígono 27 de Martutene, en Donostia.

"Desde la Ertzaintza me han avisado que mi caso está ya en el juzgado. No lo entiendo muy bien. Nadie me ha notificado nada. No sé ni para qué está en el juzgado, porque yo no he denunciado a nadie, he denunciado la estafa", señala García Ruiz, que tampoco ha recibido, hasta la fecha, notificación alguna desde los juzgados.

En su caso también lo primero que hizo es acudir a las entidades bancarias, recibiendo la misma respuesta: "que no me podían dar el nombre del titular de la nueva cuenta por la Ley de Protección de Datos, que no sé a quién protege". De allí acudió a denunciar a la Ertzaintza, mostrando los justificantes que dejaban claro que el número de cuenta se había alterado. "Ahí se quedó el caso", lamenta.

El método de estafa es idéntico a los anteriores casos denunciados en NOTICIAS DE GIPUZKOA. "La empresa a la que facturé me pagó la primera parte, la segunda y en la tercera factura pasó esto", informa.

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"No entiendo que yo tenga que ser el pagano de esto", abunda García Ruiz, que se muestra también muy crítico con el proceder de las entidades bancarias. "Por una parte me alegra que se den a conocer más casos para ver si se hace algo de una vez", añade.

"Te roban y el IVA ya lo tienes pagado. Además, te ves obligado a hacer los pagos de este modo, porque no te dejan hacerlos en efectivo. Te obligan a funcionar de una forma concreta y no hay garantías", subraya.

Desde entonces a todos los clientes les pide que "cuando vayan a hacer el pago me avisen" para estar encima. "Tener que andar así... No hay derecho. Y los bancos se lavan las manos. Estas cosas generan una desconfianza total. Al final vamos a ingresar de mil en mil euros para evitar que puedan llevarse mucho dinero", subraya.

Pero el de Javier García no es el único caso que ha llegado a este periódico. Ejemplo de que esta estafa puede afectar a cualquier tipo de empresa y por cualquier volumen es el ocurrido a una floristería donostiarra, en este caso con una factura que no llegaba a los 1.000 euros.

La floristería se dio cuenta de inmediato del cambio de número de cuenta. "Reaccionamos rápido y no les dio tiempo a cobrar el dinero", explican los titulares del negocio.

Al acudir a poner la denuncia, los agentes que les atendieron les realizaron una recomendación: "Que nunca pongamos en el concepto del mensaje o correo electrónico la palabra facturaya que esa palabra salta en su sistema y de esa manera lo los identifican y actúan".

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Distintos casos, importes diversos pero una misma forma de proceder que, al parecer, está afectando a un importante número de empresas en Gipuzkoa que, poco a poco, van compartiendo sus experiencias para, como señaló García Ruiz, hacer más fuerza para "que se tomen cartas en el asunto".