Allá donde esté, Ander no habrá perdido detalle de lo sucedido sobre el verde del campo de fútbol de Ermua. Él la hubiera gozado. Cogieron su testigo todos los participantes en una edición muy especial del Memorial Ander Moya, el niño eibarrés de nueve años que murió el pasado 5 de octubre víctima de un DIPG, un tumor incurable e inoperable. Casualidades de la vida, se impusieron los dos equipos de Ander, en el que jugaba y en el que tomaban parte sus compañeros.

No faltaron a la cita los aitas de Ander, Igor y Yoana, ni tampoco su hermana pequeña Nora, que fue la encargada de realizar el saque de honor. "Fue una jornada larga y muy dura", reconoce Yoana que, sacando fuerzas de no se sabe dónde, decidió acudir a la cita. "No tenía fuerzas para reencontrarme con los amigos de Ander y no poder ver a mi niño", reconocía entre lágrimas los días previos a la celebración del evento. Sin embargo, finalmente decidió acudir y acompañar a Igor y Nora. La familia recibió un cuadro muy bonito con fotos de Ander, así como los dos trofeos que se pusieron en juego. La recaudación en el campo fue de poco más de 2.000 euros, cantidad a la que habría que sumar la que se recaudó en la cuenta creada para este evento. Ahora toca decidir cómo repartir todo el dinero recaudado entre las familias que están sufriendo esta enfermedad.