- El caso del asesino en serie ha puesto el foco en las drogas de sumisión, aunque no son las únicas ni tampoco las más consumidas, como explica Hermelo Molero, con una experiencia de más de dos décadas al frente del grupo de drogas de la Ertzainetxea de Bilbao.

Las drogas de sumisión han vuelto a saltar a los medios a raíz del caso del asesino en serie.

—Hay muchas drogas de sumisión. Simples medicamentos, mal utilizados, cualquier tipo de hipnótico o de relajante para dormir, abusando de él, se puede utilizar como una droga de sumisión. La burundanga, que es la droga de sumisión más famosa, es muy difícil de encontrar y en muy pocas ocasiones la utilizan.

¿Han detectado últimamente alguna sustancia estupefaciente que les haya puesto en alerta?

—Cuando llega el verano solemos tener algún susto, sobre todo, con algún derivado anfetamínico, cuyo nombre cambia dependiendo del país y del año. Son drogas sintéticas, como la MDMA, el constructor de la fórmula se pasa de largo con alguna mezcla y produce algún problema de salud, incluso la muerte. Hemos tenido casos con el PMMA que ocasionó varias muertes en Euskadi por un error en la fórmula. A un traficante no le interesa matar a sus clientes, con lo cual se consideran fallos del químico. Eso ocurre mucho menos con las drogas de origen natural, como la cocaína o la heroína.

La burundanga causó en su día gran alarma y ya apenas se habla.

—Cuando hay una droga, por ejemplo un derivado anfetamínico, que no funciona bien o causa problemas, el propio traficante se preocupa de quitarla de la calle. Entre otras cosas, porque cuando hay muertes la Policía se reactiva aún más, hace más esfuerzos y eso no es bueno para él.

¿Qué sustancias son las que más se consumen ahora?

—Tenemos un consumo muy elevado de marihuana porque su acceso es más fácil y cercano. Al aumentar este, ha decrecido el de hachís, porque son drogas muy similares. Además, la marihuana es ahora algo más barata. Estas serían las sustancias de más uso en menores. Como primera droga dura, acceden a la anfetamina. Es muy barata y su consumo más o menos se mantiene en el tiempo. La cocaína, que consumen desde gente muy joven a muy mayor, también se mantiene y, luego, tenemos un repunte de heroína.

¿Se consume aquí mucha droga?

—De los que más. Junto a Bizkaia podríamos añadir Gipuzkoa y algunas demarcaciones de pueblos o ciudades ricas del Estado. Es un tema de poder adquisitivo. De hecho, desde que hay registros, las únicas caídas que hay de consumo de drogas a nivel estatal coinciden con las crisis económicas. En el momento en que hay una recuperación, vuelve a subir el consumo. Está demostrado. Los precios de las drogas se repiten en cualquier punto del Estado, con lo cual es más fácil que alguien tenga aquí 50 euros para consumir que en otras zonas más pobres. l