Dos toneladas de sábanas viejas de hoteles de Gipuzkoa de las firmas Ternua y Loreak Mendian. Ese es el resultado del proyecto Wearcycle, una iniciativa de economía circular que permite dar un nuevo uso a un material ya desechado para su uso, reconvirtiéndolo en una nueva materia prima de la que se obtendrán productos de primera calidad. Los resultados de esta curiosa iniciativa saldrán a la luz en marzo, cuando las tiendas pongan a la venta los productos.

El Departamento de Medio Ambiente de la Diputación de Gipuzkoa y Ternua Group, con la colaboración de Belda Lloréns y Gureak, socios en este proyecto, han dado cuenta en la mañana de este viernes de esta alianza que busca reducir el impacto ambiental de la industria textil, una de las más contaminantes del planeta. La institución foral ha colaborado con 30.000 € en este proyecto que propone un cambio en el modelo productivo y supone un impulso para la economía local.

"Cuando hablamos de economía circular hablamos de economía colaborativa. Recuperar materiales que han llegado al fin de su vida, que no terminan en vertedero y que generan economía, nuevos puestos de trabajo es lo que tenemos que impulsar. Y al mismo tiempo no esquilmamos nuestra naturaleza y hacemos un consumo responsable", ha destacado el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asenio.

En una primera etapa, se han recuperado dos toneladas de sábanas blancas de algodón 100%, y con ellas, la empresa de Alicante Belda y LLoréns ha realizado un hilo 50% algodón reciclado y 50% algodón orgánico, muy resistente y completamente sostenible, con el que luego se han fabricado los nuevos textiles "de primera calidad" que pronto se pondrán a la venta.

De esta forma, no solo se ha conseguido reducir la cantidad de residuos que van a vertederos, sino que se ha dado un nuevo uso a este material en procesos de facturación en los que, además, se ha tenido muy en cuenta la reducción del impacto ambiental. Asimismo, la presencia de Gureak en el proyecto permite que este adquiera también una dimensión social.

El objetivo de los cuatro socios del proyecto es continuar por la senda iniciada, ya que la industria textil ofrece, todavía, muchas posibilidades a la hora de reducir el impacto ambiental que genera. "Este proyecto es un punto de partida. Hemos aprendido mucho y pensamos que vamos a hacer otros proyectos de este tipo en el futuro, seguro", han coincidido los presentes.