El 1 de enero de 2014 sus casas situados en los números 5 y 7 de Euskadi Etorbidea (Pasaia) ardieron y ayer, ocho años después, los vecinos afectados por aquel incendio quisieron cerrar de alguna manera este doloroso capítulo. Mediante un sencillo y bonito acto, celebraron el regreso a sus hogares y dieron las gracias a SOS Pasaia Trintxerpe, una plataforma creada en su momento para canalizar la solidaridad de los vecinos pasaitarras, que se volcaron con los afectados. En un año recaudó 129.000 euros, cantidad que se destinó a abonar los gastos derivados del derribo.

Un buen número de vecinos y amigos se dieron cita en el exterior del portal para asistir a lo que se podría denominar como la reinauguración. "Hace ocho años nos hicimos una promesa, volver a Trintxerpe", indicaron Jota y Lorena, los vecinos encargados de leer el comunicado. Un deseo que por fin han podido cumplir y que ayer, en buena medida, agradecieron a la desinteresada ayuda brindada por SOS Pasaia Trintxerpe "y por mucha gente anónima" que entregó productos de primera necesidad y dinero.

"En unos minutos nos habíamos quedado sin hogar, sin trabajos. De la alegría y la ilusión por el Año Nuevo, en unos instantes pasamos al vértigo y al vacío de quedarnos sin nada", indicaron los vecinos del inmueble: "Pero de los rescoldos y las brasas de nuestras casas surgió de manera espontánea una marea de solidaridad que salió del corazón de personas y de grupos de manera anónima. Cada persona o grupo ayudaba con lo que podía. Sencillamente nos vimos desbordados por una ola gigante que nos hizo tirar adelante. Han sido años duros con muchos contratiempos y piedras en el camino, pero hemos llegado hasta aquí gracias a vosotros y vosotras".

El reciente incendio de Hernani, sucedido en Nochebuena, reavivó los recuerdos de estos vecinos, que ofrecieron ayuda a los hernaniarras afectados: "Cuando se apaguen las cámaras y los micrófonos dejen de escuchar, en el silencio queremos recoger el relevo y ayudaros con nuestros errores y aciertos. Nunca se está preparado para algo así, pero de la misma manera que hubo gente que peleó por nosotros, queremos poder ayudaros y acompañaros en este camino que estáis comenzando".

También tomó la palabra Mari Carmen, de SOS Pasaia Trintxerpe: "Es súper bonito veros de vuelta en vuestras casas y comercios. Esta plataforma nació por la cantidad de ayuda que empezamos a recibir de la gente. Fue impresionante la respuesta, no solo de los pasaitarras, sino de todo el mundo. La Real donó un euro por espectador en un partido contra el Barcelona (acudieron 30.485 personas a aquel encuentro celebrado en Anoeta mes y medio después del incendio), las grandes superficies ayudaron... muchísimas personas, no puedo nombrar a todas".

Una placa, situada dentro del portal y que los propios vecinos descubrieron, sirve de homenaje a SOS Pasaia. La imagen es un barco en el que se puede leer 2014 y SOS Pasaia, como si la plataforma hubiera rescatado a la casa.

un mes en casa

Fue a finales de noviembre cuando comenzaron a regresar a sus hogares los vecinos de los números 5 y 7 de Euskadi Etorbidea. En la reconstrucción se han levantado dos plantas más y han vuelto "prácticamente todas las familias" que hace ocho años tuvieron que salir de casa con lo puesto, comenta Juan José Campos, uno de los vecinos: "Éramos 32 y los bajos comerciales".

Ha sido una labor de reconstrucción que ha tardado ocho años. "Nosotros teníamos claro que queríamos reconstruir nuestras casas. A mí, por ejemplo, me quedaban catorce años de hipoteca. Había que buscar la solución para construir sí o sí. Si no, ¿qué haces?", indica Juan José. "Es que la casa se quema, pero la hipoteca sigue", añade Avelino Robledo, que indica que sus suegros fueron "los últimos en salir por el portal ayudados por los bomberos".

Ambos reconocen que han tenido sus más y sus menos con las instituciones y que prefieren no entrar en detalles. "Esa es ahora nuestra pelea", zanjan. Y se quedan con "la ayuda de SOS Pasaia Trintxerpe y de toda la gente". El proceso ha sido "largo". No en vano, al principio confiaban en poder regresar antes, pero ahora dicen que se les ha pasado incluso "rápido". "Hemos estado muy liados y siempre había algo que hacer. Ahora lo piensas y parece que ha sido hasta rápido, aunque han pasado ocho años ya. Costó arrancar las obras. Mi hija era un cría y mírala ahora", dice Juan José señalando a una adolescente.

El acto celebrado anoche, culminado con un aurresku bailado por dos vecinas, sirve, según Juan José y Avelino, para "cerrar el círculo". Además, lanzan una última petición: "Que el 1 de enero de 2014 no se recuerde solo como la noche del incendio en Trintxerpe. Queremos también recordar una marea mundial que nos rescató de la tormenta y que nos ha devuelto a nuestros hogares, a Trintxerpe".