- Científicos de diversas ramas están trabajando en un proyecto que, con la ayuda de diversos algoritmos y de la inteligencia artificial, permita contribuir al diagnóstico precoz del cáncer de páncreas, el tercero con mayor mortalidad en el Estado.

El cáncer de páncreas tiene una elevada mortalidad -en torno al 95%- debido a que, cuando se detecta, suele estar muy avanzado e incluso en metástasis. El reto está, por tanto, en acelerar su diagnóstico y aquí la inteligencia artificial y el aprendizaje automático juegan un papel clave.

Para avanzar en esta dirección, se han unido expertos de diversos campos, liderados por Núria Malats, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Así, a factores de riesgo conocidos, como la obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la diabetes o la pancreatitis crónica están sumando al mapa biomarcadores genéticos.

Todo esto se está constatando gracias a estrategias innovadoras de análisis estadístico y bioinformático con datos y muestras biológicas de 2.500 pacientes con cáncer de páncreas. El objetivo ahora es traducir este conocimiento en algoritmos que ayuden. La idea, explica Malats, es que con datos, por ejemplo, de una persona diabética, con obesidad y fumadora, un primer algoritmo permita estimar el riesgo basal; si es alto, la persona acudiría a su médico de cabecera y este valoraría si es necesario realizar análisis posteriores de biomarcadores.