- GuraSOS aseguró ayer que el “desastre ecológico de Arkai-tzerreka, provocado por la incineradora de Zubieta en mayo de 2020”, fue consecuencia de un “cúmulo de ilegalidades” y denunció que “la prioridad no fue reducir” el impacto del vertido sino “ocultar las pruebas” de su existencia. Los miembros de GuraSOS Joseba Belaustegi y José Mari Izeta ofrecieron una rueda de prensa en Donostia tras tener acceso a una investigación llevada a cabo por la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente de la Guardia Civil sobre este vertido, que causó una gran mortandad de peces en este afluente del río Oria. Este colectivo cree que, según el informe policial, en este caso investigado por la Justicia, concurren hasta “cuatro delitos” ya que el informe desvela que no se produjo un único vertido sino que fueron dos en un período de dos meses -marzo y mayo de 2020-.

El tercer delito que, según GuraSOS, existiría en este caso está relacionado con el vertido al medio ambiente de “contaminantes orgánicos persistentes” ya que la investigación policial detectó “altos niveles de cloroalcanos”, sustancia tóxica prohibida, en una anguila muerta procedente de la regata, siempre según GuraSOS.

Por último, este colectivo entiende que concurre asimismo un cuarto delito de emisiones a la atmósfera ya que, a su juicio, la incineradora funcionó de forma “ilegal” pese a estar en período de pruebas, “sin mediciones en continuo”. El informe policial se centra en el vertido ilegal que se produjo en mayo de 2020 en la regata Arkaitzerreka que, según precisa, consistió en un derrame de amoniaco en el cubeto de seguridad durante el proceso de carga del depósito de amonio de la incineradora.

GuraSOS denunció que este “grave accidente químico” provocó la muerte de “cientos de peces” en la regata y también de una quincena de ovejas.