El alcalde de Donostia, Eneko Goia, reconoce que la reunión de la comisión técnica que asesora al Gobierno Vasco en la gestión de la pandemia "tendrá mucha incidencia" en las decisiones que el LABI político, previsto inicialmente para este jueves. "Habrá que ver si esa tendencia continúa y qué medidas se pueden tomar, más allá de las que se han tomado", ha señalado el primer edil, que ha añadido que un posible toque de queda facilitaría "gestionar una situación en la que se pretenden evitar ciertas aglomeraciones", sobre todo en el tramo nocturno a la vista de una quinta ola que abre "un escenario peligroso, porque los ingresos hospitalarios ya suben".

"Vemos cuál es la situación y vemos que no es fácil, ni en Donostia ni en la CAV", ha explicado Goia a preguntas de los periodistas, ante quienes ha explicado que observa el actual escenario "con preocupación por la inseguridad jurídica. Es más sencillo en un momento dado establecer un horario e intentar cumplirlo que andar haciendo labores de vigilancia de un lado para otro como se está haciendo, pero que la CAV pueda hacerlo desde el punto de vista jurídico pues es un buen tema de debate, más a la vista de las respuestas que ha solido dar en otras ocasiones el TSJPV".

"Es más sencillo gestionar una situación en la que se pretenden evitar ciertas aglomeraciones con algún tipo de toque de queda a partir de una hora que no diré cuál, que andar vigilando espacios, con la dificultad que tiene eso aunque lo estemos haciendo", ha repetido Goia, que ante el "debate jurídico" que plantea la cuestión ha evitado posicionarse "porque no merece la pena. Algunas comunidades autónomas lo han hecho, y otras, no. En nuestro caso ya sabemos cuáles son los antecedentes. No es algo de fácil de gestionar porque creo que hay una falta de claridad que creo que no es buena en este momento".

El alcalde donostiarra ha reconocido estar "preocupado" a la vista de "una quinta ola que no sé si esperábamos de esta dimensión y de tan rápida evolución. Es una situación que hay que seguir gestionando con prudencia".

"No tenemos que bajar la guardia, y aunque cada vez sea más difícil lanzar ese mensaje, es la verdad, falta menos, pero todavía falta y estamos en un escenario peligroso", ha advertido el alcalde, que también ha dicho estar preocupado porque "se empieza a ver que los ingresos hospitalarios cambian la tendencia y suben, que es el elemento que a todos nos preocupa más. Es la consecuencia más grave de la extensión del virus".

Según ha señalado, esta quinta ola "está por ver hasta cuándo puede durar, algunas de las previsiones no son nada buenas, y conviene andarse con prudencia".

Altercados y botellones

Cuestionado por los botellones y otros episodios nocturnos como el lanzamiento de botellas a la Ertzaintza, Goia las ha rechazado de plano, tanto por el riesgo sanitario que suponen como por ser "comportamientos cívicos que no se entienden con pandemia y sin pandemia, como la respuesta que se da a las fuerzas policiales, o la suciedad que se genera en los lugares que se hace botellón, que está prohibido, haya pandemia y no haya pandemia".