El brusco agravamiento de la pandemia ha obligado a un nuevo cambio de guion en Euskadi. Ante la amenaza de una cuarta ola, el Gobierno vasco ha optado por endurecer de nuevo las restricciones y blindar todavía más la movilidad en todos los municipios de más de 5.000 habitantes que tengan una incidencia superior a 400 casos. A estas restricciones, ya conocidas desde ayer, se ha añadido una importante novedad, y es que el LABI ha decidido respetar aquellas reservas para Semana Santa en alojamientos hoteleros que ya estaban realizadas aunque dichos establecimientos se encuentren en municipios confinados.

En estas localidades solo se podrá salir para actividades socioeconómicas o bajo las causas amparadas por el Estado de Alarma. A día de hoy serían, Ermua, Elorrio y Ondarroa en Bizkaia, y en Gipuzkoa, Beasain, Lazkao y Ordizia. Bilbao y Gasteiz superan con creces los 300 y podrían estar el próximo martes en esa lista de ciudades bloqueadas. Los territorios históricos también tendrán confinamiento perimetral si la incidencia acumulada supera esa barrera de 400 casos. Mañana se publicará el decreto que recoge estas medidas y será efectivo el lunes.

El lehendakari Iñigo Urkullu, acaba de señalar que "no hay una vuelta atrás. El 9 de marzo lo que dejamos sin efecto fue el cierre perimetral municipal porque teníamos una tendencia descendente con menos de 200 casos. Ahora estamos actuando en función de la evolución epidemiólogica. Y estamos actuando así desde el 13 de marzo de 2020". Las nuevas medidas las marcan la tendencia de los contagios. Seguimos con el panel de referencia, el Plan Bizi Berri III. Hay que cortar de raíz la correa de transmisión del virus porque el covid viaja con cada uno de nosotros y nosotras. Nuestra principal preocupación es la variante británica, su prevalencia y su impacto en Euskadi. Además ya han aparecido los primeros casos de variante sudafricana y brasileña. Por eso las decisiones tienen que ser cambiantes", ha justificado esta tarde Urkullu.

LAS RESERVAS PARA SEMANA SANTA SE RESPETAN

Convertida en la comunidad con la tasa de incidencia más alta del virus (253 casos por cien mil habitantes, diez puntos en un solo día), los vascos no podrán hacer planes para esta Semana Santa. Pero sí se respetan las reservas que estén realizadas con anterioridad al día de hoy. "Para evitar que las medidas preventivas aprobadas tengan un impacto de manera retroactiva, el LABI ha decidido que las personas que hayan realizado una reserva previa al día de hoy puedan desplazarse a la localidad donde hayan realizado la reserva", añadió Urkullu que, sin embargo, dejó claro que se desaconsejan los desplazamientos.

De hecho, los bares y restaurantes de los municipios en esas zona de máximo riesgo de transmisión del virus deberán cerrar su interior durante prácticamente todo el día. En el interior de los establecimientos hosteleros solo se podrá consumir de 6:30 a 9:30 horas y de 13:00 a 16:30 horas. Durante el resto del día sólo se podrá comer y beber en las terrazas.

Los pueblos que deban someterse a estas restricciones se actualizarán una sola vez por semana. Será todos los lunes cuando se divulgue la relación de municipios y territorios que superen los 400 casos, aunque en el caso del lunes 5 de abril, día festivo, la lista se publicará el martes 6..

El cerrojazo también afecta al deporte ya que el límite de agrupaciones para hacer ejercicio en espacios interiores ?salvo el que afecte a entrenamientos y competiciones de equipos profesionales y federados? se reduce a cuatro personas. Además quedarán cerrados los vestuarios y duchas de todas las instalaciones deportivas.

Junto a estas medidas para los municipios con una tasa igual o superior a 400, entre hoy y el Viernes de Pascua, el 9 de abril, estarán prohibidas las reuniones entre no convivientes en espacios privados como casas o alojamientos rurales. Esta última restricción aplicará en todos los pueblos vascos como resultado del acuerdo alcanzado entre las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Sanidad.