- Decenas de asociaciones sociales y sindicatos presentaron ayer frente al Parlamento Vasco una iniciativa legislativa popular por una renta básica incondicional en forma de ingreso individual, universal e incondicional. Iosu Balmaseda, del sindicato Argilan ESK, comentó que se trata de “una herramienta para acabar con la pobreza y avanzar en los derechos para todas las personas”.

La cuantía de la citada renta ascendería a 900 euros para las personas adultas (o menores de 18 años emancipadas), 450 euros por los niños de entre 14 y 18 años no emancipados y 270 euros por las personas menores de 14 años. Itziar Guerendiain, una de las componentes de la promotora, explicó que “a través de una reforma fiscal del IRPF, la renta básica incondicional sería plenamente asumible en términos presupuestarios”.

Guerendiain señaló que la implementación de la renta no solo exige una reforma radical progresista de la fiscalidad, sino que también se trata de “un combate contra la riqueza obscena de las personas ultrarricas, y la eliminación de la ilusión fiscal para empresas multinacionales”. También añadió que “sostenerlo en términos de utopía solo responde a evitar repartir la riqueza y seguir concentrándola en manos de unas pocas”. Balmaseda hizo alusión al Parlamento Vasco situado detrás del lugar en el que se celebró la rueda de prensa:“No depende de las farmaceúticas, sino de los que están ahí dentro”. La renta sería financiada por los Presupuestos Generales de la CAV, pero la promotora sostiene que no supondría ningún recorte de los derechos que actualmente conforman el estado de bienestar. “No se trata de si se puede, sino si se quiere”, concluyó Guerendiain.

Una vez presentada la iniciativa, la Mesa del Parlamento tendrá 30 días para aceptarla, y, en caso de luz verde, la promotora deberá reunir 10.000 firmas de la ciudadanía.