La N-121-A, por la que a diario transitan 10.000 vehículos (unos 2.800 de ellos pesados) comenzó ayer las obras para su transformación en una vía 2+1, con el objetivo de que esta infraestructura tenga una mayor seguridad vial. De hecho, esta vía, que une Navarra con Iparralde a largo de 76 kilómetros y comunica 30 localidades, tiene una siniestralidad elevada, de unos 125 accidentes anuales, con entre tres y cuatro fallecidos al año, cifras que se espera reducir con el desdoble alterno de los tramos.