- La Fiscalía mantiene su petición de 12 años de cárcel por un delito de homicidio con dolo eventual en el caso de la muerte de Asier Niebla, mientras que los abogados de la familia y del Ayuntamiento de Urnieta solicitan 20, al entender que se trató de un asesinato.

Estas dos últimas acusaciones, particular y popular, respectivamente, sostienen asimismo que en este asunto concurren la agravantes de que los hechos fueron cometidos con ensañamiento y “por razón de género”.

Unas conclusiones que son rechazadas por el abogado de la defensa, quien únicamente admite la comisión de un posible delito de lesiones, al tiempo que afirma que en el ánimo de su cliente “nunca existió la intención de matar”.

La exposición de las conclusiones definitivas y de los informes de las partes ante el tribunal del jurado ocuparon ayer la totalidad de la última sesión de este juicio, que se sigue desde la semana pasada en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, por la agresión sufrida por Asier Niebla, de 28 años, el 12 de agosto de 2018 en Donostia.La víctima fue presuntamente golpeada por el acusado, Jonathan Lorenzo, mientras se encontraba hablando con la exnovia de éste, coincidiendo con la primera jornada de las fiestas de la Semana Grande donostiarra. Niebla sufrió un fuerte impacto en la cabeza que le mantuvo ingresado en el Hospital Donostia en estado de coma hasta el 11 de octubre, cuando falleció.

Durante la vista de ayer, la fiscal aseguró que la declaración de la forense que hizo la autopsia al fallecido ha sido “determinante” para el caso, ya que desveló que su muerte fue consecuencia de las heridas sufridas al caer de espaldas y golpearse la cabeza contra el suelo. Un testimonio que constituye el “meollo” del asunto y que, en su opinión, resulta “fundamental” para considerar el caso como un homicidio doloso.

En opinión del Ministerio Público, el acusado no pretendía matar a Niebla, si bien mediante su “conducta” de agredir a la víctima por “celos” puso en “peligro” su integridad física al golpearle y desencadenar una situación de “riesgo” para la vida del joven, que “escapó a su control” y se saldó con la muerte de este.

Por su parte, la acusación particular centró la mayor parte de su intervención en intentar acreditar ante el jurado la existencia de alevosía porque, a su entender, el inculpado actuó intentando “asegurar el resultado” y evitando que la víctima pudiera defenderse.

Esta situación se habría producido, a su juicio, porque el procesado golpeó a Niebla tras tomar impulso con una carrera de diez o quince metros y dando un salto previo para ganar “potencia” y “hacer el mayor daño posible de una forma deliberada”, para lo que “eligió meter el puño en la zona encefálica”.

“Aquello no fue una cruzada de cables”, sentenció este letrado, para quien la víctima “no tuvo la más mínima posibilidad de defenderse”, porque para cuando cayó al suelo ya estaba “en situación de coma”.

Aseguró también que el acusado actuó con “ensañamiento”, porque el agresor continuó pegándole hasta en cuatro ocasiones más y por “motivos de género” porque le pegó al verle hablando con su exnovia, tras lo que recordó el “dolor inmenso” causado a la familia Niebla por la muerte de su allegado.

La acción popular, que ejerce el Ayuntamiento de Urnieta, hizo hincapié en la perspectiva de género que, a su juicio, está presente en los hechos, al entender que la muerte de se produjo porque estaba en compañía de la exnovia del imputado, quien además se siente “un poco culpable” de lo sucedido. La defensa, por su parte, recalcó que a estas alturas del juicio “nadie puede imaginar” que la intención de Lorenzo fuera “asesinar” a Niebla ya que “nunca tuvo intención de matar”, ni se imaginó “que podría ocasionar ese resultado”.

Recordó que la autopsia no detectó en el cadáver ninguna otra lesión distinta a la de la parte posterior de la cabeza y explicó que lo que su cliente propinó a la víctima fue “un puñetazo fallido de baja intensidad”, al tiempo que llegó a cuestionar que fuera esta acción lo que propició la caída de Niebla al suelo.

En el uso de su derecho a la última palabra, el imputado aseguró que él no es un asesino ni un maltratador, dijo que lo lamenta “mucho” por la familia del fallecido y que no se siente orgulloso “de nada”, al tiempo que pidió al jurado que “haga bien su trabajo”. Está previsto que hoy al mediodía la presidenta del tribunal haga entrega del cuestionario con el objeto del veredicto al jurado, que seguidamente se retirará a deliberar.

Niebla sufrió un fuerte impacto en la cabeza que le mantuvo ingresado en el hospital en estado de coma hasta el 11 de octubre

La acusación particular entiende que el inculpado actuó con alevosía “evitando que la víctima pudiera defenderse”