- Tres días. Apenas 72 horas. Eso es lo que han durado abiertos los establecimientos hosteleros de Azpeitia, Beasain y Zaldibia, que este pasado sábado abrieron después de cinco semanas cerrados y que hoy tendrán que volver a bajar la persiana. El Departamento de Salud publicó ayer una nueva resolución -lo hará cada lunes y jueves- en la que indica cuáles son las localidades vascas cuya situación epidemiológica obliga a cerrar los bares y restaurantes. En Gipuzkoa continúan clausurados Arrasate y Ordizia, mientras que deben cerrar desde hoy Azpeitia, Beasain y Zaldibia. La buena noticia se la llevaron los hosteleros de Eibar, que pueden abrir desde hoy después de no poder hacerlo este pasado sábado.

Para que un municipio de más de 5.000 habitantes pueda abrir sus locales de hostelería, debe tener una tasa de incidencia acumulada por 100.000 habitantes en los últimos catorce días inferior a 500 y las citadas localidades se encuentran por encima. Arrasate está en 1.110,71, Azpeitia en 571,24, Beasain en 544,06 y Ordizia en 742,23. En los municipios de menos de 5.000 habitantes, los criterios para determinar el cierre de bares y restaurantes son tres: tasa superior a 500, tasa en la zona de salud correspondiente también superior a 500 y dos o más casos positivos de COVID-19 en los últimos siete días. En Gipuzkoa, solo Zaldibia se ve obligada a cerrar por estos criterios sus establecimientos hosteleros.

"Sabíamos que estábamos ahí al límite, pero a la primera revisión ya ha venido el golpe. El sábado estábamos un poco animados, pensando a ver cuánto duramos y ha sido un abrir y cerrar de ojos", decía ayer por la tarde a este periódico Felitxo Huici, conocido hostelero de Beasain, dueño del bar Plazape y que lleva 31 años trabajando en el sector. Lamenta que los hosteleros son ahora mismo "marionetas" y es pesimista de cara a estas próximas semanas: "Supongo que en la próxima revisión seguiremos por encima (de la tasa de 500). Yo creo que, por lo que veo, hasta después de Reyes vamos a seguir cerrados".

Felitxo se encontraba ayer hablando con otros hosteleros de Beasain: "Estamos intentando juntarnos, hacer piña, y hablar con SOS Ostalaritza y con sindicatos para que nos puedan asesorar y hacer algo, poder hablar con las instituciones. Algún compañero me decía: Nos juntamos y abrimos, aunque no nos dejen. Pero no podemos hacer eso porque se nos cae el pelo".

La desesperación es total en el sector. "Así no se puede. Eso no lo hacen con una empresa grande, pero con la hostelería sí y de esto vivimos muchas familias. Hacen muy fácil lo de abrir y cerrar, no sé si se dan cuenta de lo que supone. Que los políticos se pongan en nuestro lugar", comenta Felitxo Huici, que considera que permitir la movilidad por toda Gipuzkoa es "un error": "Ordizia no pudo abrir los bares el fin de semana y gente de allí anduvo por aquí. Y nosotros mañana nos podemos ir a Lazkao o donde sea, ¿no?".

"Sería mejor que nos dijeran: Señores, os damos una ayuda y tenéis que cerrar hasta marzo. Pero ni una cosa ni otra. Esta situación es peor. Para algunos bares esto es medio inviable: hay que comprar género, andar con los ERTE arriba y abajo... hay bares en Beasain que el sábado no abrieron. Es que la incertidumbre es total, no sabes qué hacer".

También lo están pasando mal los hosteleros de Azpeitia, la otra localidad afectada por las restricciones. "No se puede andar con esta incertidumbre. Abrimos tres días, luego cerramos tres... ¿y la siguiente revisión? Pues no sabemos. No puede ser ahora sí y ahora no. No es tan sencillo abrir un bar. Al menos pedimos poder abrir en condiciones o cerrar debidamente, con ayudas. Es que no puedes ni sacar a la gente del ERTE", reclama Iñaki Areizaga, del bar Etxe-Zuri y miembro de AZTE (Alde Zaharreko Tabernarien Elkartea).

La obligación de cerrar ahora es otro golpe dentro de un año muy complicado. "Los que estamos en la Parte Vieja con estas restricciones de horarios y aforo no trabajamos ni al 50%. ¡Si normalmente es a partir de las siete de la tarde cuando más jaleo tenemos! Ya pasó en su momento. Cuando teníamos limitaciones en Azpeitia y cerrábamos a las nueve y otros pueblos cerraban a las doce, la gente se iba allí desde las seis de la tarde y no trabajábamos nada".

Iñaki coincide con Felitxo en que la medida de permitir la movilidad por Gipuzkoa mientras se cierran bares en ciertas localidades no tiene sentido: "Es que no tiene ni pies ni cabeza. Algunos decían hoy (por ayer): Mañana a Azkoitia de poteo. Lo mismo que pasó en su momento. El virus se puede esparcir por otros sitios y nosotros aquí jodidos con estas medidas". Dice Iñaki que "a las ocho en punto están los ertzainas en la puerta. Antes daba igual lo que pase, pero a las ocho ahí los tienes". Y se muestra muy crítico con las decisiones de los dirigentes: "Ni un político merece el sillón. Creo que son cosas sencillas las que digo y hacerlas tan mal...".

La próxima revisión sobre el cierre o apertura de establecimientos hosteleros tendrá lugar el jueves y entrará en vigor el viernes. Son varias las localidades guipuzcoanas que están con una tasa superior a 400 y que, por tanto, se encuentran en riesgo de tener que cerrar los bares y restaurantes a poco que haya un repunte de contagios. Son Aretxabaleta (408,57), Bergara (413,22) y Eibar (que salió ayer de la zona roja y está en 473,46). Además, Bergara está cerca de 400, ya que su tasa se sitúa en 394,95.

"No puede ser ahora sí y ahora no; queremos abrir en condiciones o cerrar con ayudas"

Hostelero de Azpeitia

"Hacen muy fácil lo de abrir y cerrar; pediría a los políticos que se pongan en nuestro lugar"

Hostelero de Beasain