- La Ertzaintza detectó esta semana en Irun a tres mujeres que fueron posteriormente detenidas en Bilbao como integrantes de una célula criminal itinerante afincada en Francia y dedicada al robo en viviendas.

Fuentes del departamento vasco de Seguridad informaron ayer de que las detenidas, de entre 35 y 39 años y origen croata, suman decenas de antecedentes y un total de 43 identidades diferentes que usan para eludir a la policía. Según señaló el departamento, la intervención de la Ertzaintza ha impedido que hayan cometido delitos en Euskadi.

Los servicios de investigación de la Policía Autónoma Vasca detectaron a las tres mujeres a primera hora del pasado martes en Irun a bordo de un turismo. La Ertzain-tza estableció una vigilancia sobre el vehículo, que se desplazó primero a Vitoria y luego a Bilbao, en cuyo centro lo estacionaron.

Las sospechosas, que establecieron algunas medidas de seguridad para eludir ser abordadas por las fuerzas de seguridad como caminar a distancia entre ellas, accedieron al interior de un portal de un inmueble de viviendas en el barrio de Indautxu, supuestamente con la intención de robar.

Las tres mujeres fueron abordadas y detenidas a la salida del edificio por los agentes, que les encontraron, escondidos entre la ropa, incluso en dos casos dentro de un calcetín, distintos instrumentos para franquear por la fuerza las puertas de inmuebles y pisos como destornilladores, un kit de manicura adaptado para usar como ganzúa o láminas de plástico preparadas para abrir puertas.

La Ertzaintza intervino todo el material y unos 2.500 euros que llevaban en efectivo y comprobó que no habían consumado ningún robo dentro del edificio.

Los investigadores consideran que las tres mujeres forman una célula itinerante integrada en una banda criminal afincada en Francia de origen croata. Tras el arresto supieron que el vehículo había sido alquilado en París y las detenidas figuraban alojadas en un hotel de Donibane Lohitzune. Según las mismas fuentes, este tipo de grupos delictivos se desplazan habitualmente a territorios cercanos para asaltar pisos en cuestión de horas o días para después regresar a su base con el botín.

La Ertzaintza ha empleado el estudio de sus huellas dactilares para identificar a las arrestadas, que cuentan en la base de datos de las policías europeas con 17 identidades diferentes en un caso, 14 en otro y 12 en el tercero.

La actividad delictiva cayó un 75% en Euskadi durante el confinamiento por el coronavirus, según los datos ofrecidos por el departamento de Seguridad. La ocupación masiva de las viviendas supusó un hundimiento de los robos con fuerza.